Ventana a la escritura 203
Nunca nadie supo quién era esa muchacha de pelo lacio, ojos verdes, piel luminosa y bikini floreada que miraba silenciosa lo que sucedía en torno a esa red; mucho menos siquiera que fuera la novia de uno de los cracks más cotizados del balneario. El Sol en Leo opacaba todo lo demás, al punto que ni siquiera era consciente de que su prestigio habría crecido aún más de haberme ostentado como otro trofeo, otra conquista. Exhibirse con una bella mujer es un triunfo sobre la manada que ningún varón descarta, salvo que el enamoramiento de sí mismo le nuble la razón y le seque las entrañas para la otredad.
Cristina Eseiza, Sol en Leo.
Fragmento.
Estamos de festejo porque llegamos a las 200 #ventanaalaescritura

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