Algo arde
acelera
trepida la sangre dormida
se agitan
latidos inflamables
en el pulso
algo arde
por fin en tanto gris
tanta muralla impenetrable
arde la sangre
en su camino
derrumba
la fortaleza de lo cierto
lo establecido
se quema entero
no calculaba
el fuego
no calculaba
el verano en pleno invierno
algo arde
en las venas
una coartada
por fin en tanto molde
tanto retrato de cartón pintado
algo se enciende
arde
el pulso tiembla
no calculaba
la hoguera en una piedra
no calculaba
esa chispa insurrecta
en el pulso
algo arde
estalla
un hálito caliente en las venas
late
con la certeza de la sangre un fuego
nuevo
chiquito
constante
late
en el pulso un fuego
vibra el calor
en el aire
algo arde
se acelera
late
Mari Cambareri, 2019.
Kendra Bulgrin |
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