Si cierro el cajón de la cocina
el tenedor inmóvil
a su manera
lucha por salir.
El cuchillo tiene miedo
las consecuencias de su ira
sin saber cuándo
ni a quién.
Está confundida la cuchara
gorda y flaca a la vez.
Tan cóncavo o convexo
todo siempre tan revuelto.
Más abajo la cucharita sufre
sus funciones reducidas
se quiere convencer
“lo mejor para el final”.
Cada día la misma crueldad
me miran los miro me miran
dejo un rendija abierta
la cierro, sonrío.
Matías Montero, 2019.
Pilar Pequeño |
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