quiero correr como las nubes
libre
nube
que se deja llevar por el viento
sin la angustia de no saber qué será de mí
y dejarme llover
justo cuando llegue el momento
deshacerme
en infinitas gotas arrastradas a la tierra
caer
agua
río
nieve
escarcha
rocío
dejarme llover
aunque no me veas
ser nube
bebido por las plantas
engullido por animales
y sorbido por el suelo
ser la nube
que habita en el lago
y se ve en su reflejo
esa nube
como gota infinita
que ahoga al insecto
a penas nube
dormida en un pétalo
arremolinada en la sangre del tigre
o espesa saliva
del humano sediento
nube
que no está
como la luz negada en los ojos del ciego
o la forma que juega y se esfuma
nube de sueño
como la libertad del preso
nube
pujante
prisionera
retenida en la vejiga
del padre, del hijo y de la santa madre que lo parió
sólo nube
que cae a la tierra
mirando hacia el cielo
cerrando los ojos
cuando el rocío baje a darme un beso
nube dormida
que al amanecer
levanta su vuelo
y otra vez nube sin rumbo
remontada por el viento
quisiera ser nube
¡Sólo yo
sé cuánto lo quiero!
Pero soltarme de este cuerpo
me da mucho miedo
Javier Pizarro, 2019.
G Morgan |
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