Nueva Tahití era en su mayor parte agua, mares poco profundos y templados, interrumpidos aquí y allá por arrecifes, islotes, archipiélagos, y los cinco continentes que se extendían en un arco de dos mil quinientos kilómetros a través del cuadrante noroeste. Y todos aquellos lunares y verrugas de tierra estaban cubiertos de árboles. Océano, bosque.
Úrsula Le Guin, El nombre del mundo es bosque.