lunes, 23 de noviembre de 2015

Discurso en la oficina de objetos perdidos * Graciela Melito



No sé si corresponde mi reclamo pero nunca está de más intentarlo (alguna vez me dijeron el que no llora no mama, y yo soy muy obediente).
Cuando volvía una tarde a mi casa, después de haber viajado tanto, descubrí que ya no lo tenía. No creí posible que me lo robaran, porque siempre estoy atenta a eso. Así que, deduje, se me había perdido. Tan celosamente lo guardaba, tan cuidadosamente lo protegía, que me parecía imposible. Pero, la realidad golpeaba mi cara. Ya no estaba ahí, donde siempre lo ponía. Bien protegido, al resguardo de todo… de todos.
Pero sigo dudando, posiblemente no sea culpa de nadie. Ni siquiera mía.
Tan sólo un día, lo solté y simplemente voló.



Graciela Melito
, 2015.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje a partir de la lectura de Wislawa Szymborska.


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