sábado, 30 de julio de 2016

Te dejé en la noche * Mariana Avendaño



Te dejé en la noche, donde creía que descansabas. Detenido entre las estrellas de mi cuerpo. Un tanto anestesiado.
Es que sentís de manera tan intensa que resulta imposible seguirte. Cómo dominarte, frenarte sin que después te despedaces contra un meteorito y te deshagas por la vía láctea de mis vísceras. Cargándome de angustia durante días enteros.
Grande, enorme, regenerable. Siempre pero siempre tenés lugar para algo más. Ni el sufrimiento te agota, ni el enojo te destruye. Todo el tiempo tus membranas son regenerarles.





Mariana Avendaño, 2016.  




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