martes, 27 de marzo de 2018

Salí a buscarte * Javier Pizarro


Salí a buscarte
en esta última semana de julio
salí a buscarte
en invierno
hacia el atlántico
y me fui lo más al este que pude
viajé novecientos veintisiete kilómetros
y fue justo esta semana
en este invierno
porque asomaban cinco días con lluvias
cinco días fríos
de vientos
olas enojosas golpeando contra las piedras.
Te busqué en la violencia del temporal
te imaginé ancha
amplia
explotando con cientos de brazos
como rayos que no saben si suben o bajan.
Te busqué en la estridencia del trueno
te busqué con esa energía violenta
te pensé subiendo estrepitosa e invasiva
desde el suelo mismo
con ese aliento que huele a humus mentolado
el mismo que te sorprende
en medio del bosque de eucaliptos.
Te busqué
para que me encuentres
y te pegues a mí como cálida humedad.
Quise perderme en tu costa
para que la llovizna salada nublara mi vista
para que una vez ciego cayeras en mí
como baño que inunda
en lluvia torrencial
ahogando cada poro con tu humedad.
Quise caer rendido
agotado en la lucha
en esa que siempre me dejabas ganar

Quise volar de fiebre
infesto en tu delirio
en tu tormenta
en tu agitar
quise
quise
quise…
y me quedé en el deseo

llegué al punto
en el momento
en el instante calculado para el temporal

novecientos veintisiete kilómetros al este.

No vi una sola nube
la brisa apenas me arremolinó algunos pensamientos
no hubo olas acariciando la costa
el atlántico: un gran lago de fronteras invisibles
el sol arrasaba las playas como si fuera carnaval.

“¡Qué suerte tuvo!”
me arengaban los locales

Un verano en pleno julio no es fácil de encontrar”.

Y yo
corrí seguro a buscarte en la tormenta
tan seguro como seguro estoy de que en medio de esta calma
no te voy a encontrar.

Salí a buscarte
desconsolado vuelvo
porque perdí el tino
preciso
exacto
para volver a verte.

Salí a buscarte
vacío vuelvo
lastimosamente entero
indemne
limpio
seguro de no haber sido atropellado por vos.

Vacío y desconsolado vuelvo
no sé a dónde
vuelvo
no sé cuándo
vuelvo
a ser yo
vuelvo
sin límites ni bordes
a ser este borroso que queda de mí.
¿Dónde estás para fijar mis límites?
¿Dónde estás para saber dónde estoy?
¿Cómo hago para encontrarte?
Si ya nada quiere hablarme de vos.



Javier Pizarro, 2018.




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