viernes, 23 de agosto de 2019

Intercambios pintorescos * María de los Ángeles Raggio



I.
Señora María ¿puede venir?
Sí Ignacio decíme
Señora María, su casa brilla y está impecable ¿Cómo puede hacerme esto?
No te entiendo, Ignacio 
¡Pero claro! ¡Usted tiene todo ordenado pero me deja con los cadáveres! 
¡mírelos!
Ignacio 
no me reproches, ¡no puedo con todo! 
¡para eso te pedí ayuda!
Está bien, señora María,
de la libélula ¿también me hago cargo?

II.
Señora María ¿puedo pasar?
Sí Ignacio, ¿qué pasa?
Mire, hoy es nuestro último día, ¿me acepta un almuerzo?
Ignacio, son las tres de la tarde…
¡No importa si usted no almorzó! ¿me lo acepta?
Bueno Ignacio, almorcemos pero sin traidores que terminar el trabajo no es bíblico.

III.
Ignacio 
¿les pongo platos para la pizza?
Señora María ¿qué dice? ¡Los indios comemos parados y con la mano!
Está bien, Ignacio.
Bajáte del mangrullo entonces que llegó la pizza.

IV.
Señora María.
Usted es de otro planeta. 
No Ignacio, nací en la tierra, soy de acá.
Señora María, usted nos da soluciones. 
Lo lamento Ignacio, tengo que desintegrarte, 
me descubriste.

V.
Señora María 
Hay que renovarse
Sí Ignacio, ya compré la lámpara nueva para que la instales 
podés llevarte la que estaba
La verdad que sí, señora María, para el dormitorio
¡Venancio! ¡Tiene mejores herramientas que nosotros!
Dale Ignacio, es un destornillador
¡Pero mire qué bien anda!

VI.
Ignacio antes de que empieces con el living dejáme poner a resguardo mis plantis.
Sí, señora María
¿tienen nombres?
Sí Ignacio: Ludmila, Bambucita, Mentita, y Cactis.
te dejo a Lud, que es la más grande
¡Venancio, no nos hagamos los locos que son todas mujeres!

VII.
Señora María
Sí Venancio, decíme
¿tiene una aguja?
Está en el costurero guardada en una caja, ¿qué te pasó?
Agarré a Cactis para llevarla a la ventana y me clavó una espina.
¡Venancio, te avisé que eran todas mujeres! ¡si serás!

VIII.
Señora María
Sí Ignacio, decíme
Me gusta Mentita porque es una fresca.
¿Viste? Ella es así de sexy la tocás y te tira splash de menta.
Justamente, señora María, 
¿me daría una gamuza húmeda? Para bañar a Ludmila.
Sí Ignacio, ya te traigo.
Venancio, no sé si tener miedo pero empecé a hablarle a las plantas.
¡Y me gusta!





María de los Ángeles Raggio, 2019.



Peter Winklund



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