sábado, 28 de marzo de 2020

Daiana se asoma a nuestra ventana a la escritura


Ventana a la escritura 4: Nupcias (respondiendo a la consigna del poema de Susana Thénon)



La pereza, me vuelve pesada
La ansiedad, me dispersa
La intensidad, me consume
La rutina, me pesa
La seguridad me endereza
La paz me eleva
La escritura me mueve.




Dai y Ana
Dai es rebelde, impulsiva, no conoce el freno, aunque Ana le tire del brazo-derecho.
Ana es tranquila, pasiva, relajada.
Se llevan bien, comparten gustos a pesar de su origen, es distinto.
Tratan de convivir, a Dai le apasionan los saltos, cada vez más altos y Ana sufre de vértigo (Salta igual).
Van cediendo, paso a paso.
Más Dai es la intensidad y Ana la calma.
Ana es noble, Dai justa, rigen su camino con sinceridad. A veces no se hablan, no se miran, menos se tocan.
Les agrada rodearse de afecto pero juntas potencian y asfixian al amor. Se sofocan.
Dai sale antes, siempre, Ana, a quien no le hacen bien las confrontaciones, la deja, sabe que vuelve.
Son el yin de su yang, su amor no tiene límite visible, menos invisible.
Ana vive en la sombra, donde hace magia y Dai es quien sale a la luz, es la que brilla.
DaiAna vagan juntas, siguiendo al sol, dejando que el viento y la tormenta las empuje.
Son una en dos, somos dos en una como las dos caras de una misma moneda.




Daiana Orsomarso, 2020.







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