Mía
Esa hora fui
más yo que nunca
aun no existía en mí
ese mecanismo que anula
mi propio pulsar
era toda potencia
respiración de fuego
delicada
disimulada
nada podía determinar
el curso de las cosas
sólo
estar era suficiente
ocupar un lugar
que el aire se corriera
en el vacío del mundo
temblar un poco
aunque sea un
dedito
eso alcanzaba para ser
mis ojos
todavía no buscaban
clasificar las cosas
no sabían medir el tiempo
el impulso
ni la lejanía
la cabeza pesaba tanto y tan poco
que podía dormir tranquila
no importaba nada más que
el momento
el pasado era líquido
el futuro una nube
sólo el presente era
suave
entraba en mis manitos
como una cintita de sábana rosa
donde escrito está el nombre
de la vida que empiezo
sí
ese minuto fuemás mío que nunca
no había motivo para correr
ninguna urgencia ni tardanza
nada que sacara mi cabeza
del instante.
Lorena Di Scala, 2021.
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