Soy
la más profunda incógnita
el temor absoluto a lo desconocido
la ignorancia ignorante que se ignora
y el infranqueable encierro a lo lumínico.
Soy
un frío absoluto
inundando un hueco mental para el recuerdo olvidado
el ojo ciego en el tornado de tus pensamientos
soy la mirada que miente
la palabra que calla
el pánico a tus temores
y aquello que congela tu razón:
la suspensión ingrávida y vacía de no existir.
Soy el miedo a mirar y no reconocerte
el desconcierto a no encontrarte ni saber donde terminás.
Soy
un grito despectivo llamando a la piel morena.
Pero sin mí
la luz no tendría sentido.
Soy
el marco perfecto para una estrella
y el paño suave en el que duerme la luna.
Soy la indiscutible antinomia
resorte fuera de control que busca conocimiento
para abandonar ese estado de no-sapiencia.
Soy
la excusa irrefutable
para salir a la carrera
escapandole al miedo, al hambre, a la ignorancia, al frío
a la bestialidad.
Soy el punto al que no queres volver
el extremo que no deseas alcanzar.
Soy
el más claro argumento para bañarte de color
para buscar tu perpetuo brillo
y no dejar de refulgir.
Escapas de mí para construir tu mejor versión vos
escapas aún sabiendo que vayas donde vayas
no soy yo de quien tenés que huir
porque todo lo que no querés de mí
irremediablemente lo escondés en tu interior.
Javier Pizarro.
Desde los talleres de Siempre de Viaje.
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