miércoles, 13 de septiembre de 2017

Minuto Fantástico * Bruno Billia



Alguien golpea la puerta al tiempo que el crujir de unos leños se expande por la casa. Un regocijo hecho calor sacude nuestra piel. Las llamas ardientes se abrazan, en el chispeo de colores vivos se levanta por lo bajo una voz profunda.

El silencio, entrecortado por la disposición de las cosas, se interrumpe por un frío peregrino que atraviesa aquella puerta.

La casa estremecida alerta su mirada, sobre el vejado brillo del mármol, en la madera que la recubre, pequeñas tabillas azotadas por el paso del tiempo. Y en la sepia amarga de los pisos ve partir la esperanza con el recién llegado.

El mundo atemorizado en cada pensamiento se detiene. Allí donde la casa vela por nosotros, cuando nuestros descansos se acoplan como sinfonías unísonas, la sórdida figura se entretiene resaltando su presencia. Y si bien fantasma por las noches te presentas, recibes el mismo trato que cualquiera. Pues el anuncio de tu arribo no escapa del mundano llamado a la puerta para ser recibido. 




Bruno Billia, 2017.
Desde los talleres de Siempre de Viaje.



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