Pequeño tratado sobre la utilidad del lenguaje
Mi hijo, de quince meses,
va a los tumbos
por el jardín, el paso
rígido por el pañal,
recoge una ramita.
¨Palito, dice.
Encuentra otra.
¨Palito¨. Toda la tarde,
manojos de palitos.
No se cansa nunca
de la acción
ni de la palabra. Siempre
la sorpresa del reconocimiento
siempre la alegría
por la abundancia
de este mundo.
Estudia cada
rama caída,
después le pone nombre:
¨Palito".
Jesse Lee Kercheval, La crisis es el cuerpo.
Traducción de Ezequiel Zaidenwerg.