viernes, 31 de enero de 2020

Aparente normalidad * Paola Reina



Aparente normalidad
me acompaña 
en la superficie 
de nubes tendidas 

a mi lado izquierdo 
maternidad que amamanta 
al otro lado 
progenitor machista 

furia mezclada con ansiedad

entono 
una plegaria confusa
que se pierde
mientras que 
mis oídos 
se bloquean 
mis tímpanos son una olla de presión 
mi cuerpo alterado
no tiene registro 
sístole y diástole 
apresurados
manos que tiemblan 
boca pálida 
todo el ruido es silencio 
en el paisaje
de los algodones tupidos

el padre machista 
pregunta si estoy bien 
le digo que sí

la normalidad
es aparente 

veo el reloj 
aún queda una hora de reflexión con el cielo 
de madre agotada 
y padre desagradable 
olor a café quemado
multitud de voces
oxígeno intermitente
necesidad imperante 
de abanicarme con el instructivo 
para casos de emergencia 

¡este es un caso de emergencia!
aún no veo la cordillera 
mi boca se seca 
el pecho se encoge 
el aire se agota 
cinturón que comprime 
y anuncia que pronto 
puedo estallar 

soy una bomba de tiempo
la normalidad 
es aparente 

intento dormir
pero la sensación de caer al vacío
se manifiesta
con un nudo
en la boca del estómago 

qué pasaría si un rayo fulmina este avión

los cuerpos 
en la normalidad de la muerte
tendrían el beneficio
de concluir sobre el viento



Paola Reina, 2020.
Para Flashá.



Pao Reina en Flashá en El Quetzal


jueves, 30 de enero de 2020

cuántas horas son necesarias * Ludmila Mojica




¿cuántas horas son necesarias
para extrañar la luz?

olvidar el abrazo frío
a los dedos de mis pies

no seguir contando
los minutos necesarios
faltantes

querer saber
si los besos
volverán a ser cálidos
apenas una quemadura
un pequeño roce

tal vez esté hablando de amor
pero no sé si quiero
hablar de ese tipo de amor

tropiezo entre las palabras
en pensamientos congelados
de un día sin fecha
sin hora

olvidé el mes
donde no pregunté
cuánto faltaba

no sé si es la misma pregunta
la que se derrite en mi lengua
si serán los mismos sonidos
o tendrá el mismo color

olvidé
en todos estos meses
la sensación
de flotar desnuda
en veintisiete grados

pero entre el hielo
y la piel
florecieron letras
ardiendo desde la raíz

tal vez ya es tiempo

parar las agujas

de dos estaciones
opuestas

pero quizás también debas
sacarte la ropa
y abandonar la cama

descalzarte
y preguntar
al espejo
al cielo
a la nada misma





¿Cuánto falta

para dejar de estar frío?



Ludmila Mojica

Ludmila Mojica en Flashá (El Quetzal)


miércoles, 29 de enero de 2020

pendo de una cornisa * Giselle Bouso







pendo de una cornisa
un hilo frágil 
como el acero sostiene mi cuerpo
rebobino el borde
me extraño de mis recuerdos
desconfío
de mis ojos
incrédula
de mis manos
aguanto helada el orgullo
de mi dolor la cara 
al mar
la soledad rebalsa
retumba
cala 
la huella profunda de las piedras
invisibles
mis pies de águila
la espuma arrasa mi radar
el viento me deja girando con la firmeza 
de estar perdida
con el control 
que da ocupado
las luces quemadas
las piezas que faltan
las cosas en la mano




Giselle Bouso, 2019.
Para un año de sensaciones.



Claudiu Cobilanschi

domingo, 26 de enero de 2020

Frente a mí * María Victoria Verzura




Frente a mí
un refugio
sábanas blancas acolchado espumoso
almohadas agarrables


acá el mundo se hace otro
una canción me abraza
me baja
me mueve las imágenes
que antes no podía divisar
me recuesto
soy transportada por las letras que me envuelven


hay otro cielo
otras alas
los miedos y la angustia se disuelven
nueva luz
inéditas palabras
y una música de regalo



María Victoria Verzura, 2019.





Roslyn Julia

miércoles, 22 de enero de 2020

domingo, 19 de enero de 2020

Ex plo ta - Lorena Di Scala






explota
todo
explota
desde adentro
desde afuera
rebota y se rompe
de vuelta
mil pedazos más que antes
explota
una y mil veces
ex
plo
ta
mi cabeza mi pecho mi panza
todo
ex
plo
ta
junto
separado
vuela
vuelve
choca
ríe
llora
ex
             .
                        .
                                  .
                                               .
                                                             .
plo
                                                                                        .
                                                                                                   .
                                                                                                               .
                                                                                                                              .
                                                                                                                                            .
                                                       ta



reviento
soy una granada

y me soltaste




bum





Lorena Di Scala, 2019.

miércoles, 15 de enero de 2020

Flor * Mari Cambareri




Dicen que ha nacido una flor
que se abre al aire
en grito de existencia
anuncia su impericia
se declara 
de color incompetente
descoloridos los bordes
apenas jaspeado el interior
dicen 
que la flor no calla
se cercena los pétalos
con alaridos
gangrena
los estambres de dolor
se dobla 
brama enloquecida

dicen que florecer de noche 
es un signo
abrirse a la oscuridad 
para aceptar el día
vaciarse capullo
en lo negro
dicen que duele
aturde
o debilita
dicen sobretodo
que la oyeron
y por eso
una flor ha nacido




Mari Cambareri, 2019.

Robert Ziebell

lunes, 13 de enero de 2020

25 de Mayo * María de los Ángeles Raggio






Como cada sábado ella entró a la casa para la visita ineludible. Sabía que la celebración tendría lugar durante la tarde. Cuando llegó al primer piso, se encontró con la imagen que le desbordaría sus ojos de celeste y blanco.

El 25 de mayo es una fecha que resuena en nuestra memoria como un cumpleaños que no se puede olvidar. Desde muy niños esa fecha es motivo de excitación y desvelo para madres, padres e hijos con caras pintadas con corcho o maquillaje negro, grandes moños, paraguas escarapelas y lluvia de papelitos frente al cabildo, todo acompañado con mazamorra French y Beruti.

Llevaba en su bolsa las golosinas infaltables, y miraba cada detalle con emoción deliciosamente infantil.

La pareja que se encontraba en el centro del salón era curiosa, no se podía más que admirar la destreza con la que bailaban la zamba y el pericón. Daban ganas de aplaudirlos, de pedirle otro baile, un valsecito quizá.

Ella llevaba un vestido típico floreado, la pollera acampanada con volados y las mangas abullonadas y cortas. El cabello estaba recogido con flores en un rodete y sus mejillas estallaban de rubor rosa, igual que sus labios. Él, en cambio, no tenía flores. Era toda seriedad, bombacha beige, botas marrones, camisa de un blanco inmaculado y sombrero de fieltro bien de campo. Un pañuelo de raso celeste coronaba su cuello.

Y bailaban y bailaban y bailaban… La música atestiguaba su ceremonia su cortejo como todos los que en un silencio casi religioso, seguían cada uno de sus pasos y recortes. Aplausos en el zapateo determinado y hasta con algún firulete, sonrisas con algunos portillos que no dejaban dudas que la danza los entusiasmaba.

Ella seguía casi escondida observando la celebración para que su presencia no capturase ninguna mirada, para asegurarse de que el foco permaneciera en la pareja que los transportaba al fogón de campo, en alguna pulpería de aquellos años revueltos.

¡Cuánto le habría gustado abrir un chocolate mientras miraba! Pero no iba a cometer la herejía de desatar el ruido inconfundible del papel dulce abriéndose, dejando a la vista de todos ese deseo oscuro y aterciopelado (que transformaba la boca en éxtasis).

Se preguntó si ese éxtasis era parecido al que gritan los fanáticos del fútbol desgarrando sus laringes cuando su equipo hace un gol.

No, el chocolate debía esperar igual que ella para sumarse a la escena.

Y esperó.

Y se deleitó en las miradas, en la música que no era de su gusto pero le traía alguno de sus pocos recuerdos felices.
Al terminar el baile, escuchó los aplausos, las exclamaciones, vio cómo una de esas sonrisas entregaba a los bailarines un presente y un beso. Todos emocionados, todos con la certeza que da el disfrute dibujada en sus caras.

Era el momento de permitir que la viesen. Entró a la sala, saludó con un beso y compartió el entusiasmo en los ojos de quienes estaban rodeando la pista.

¿Vamos? -Dijo con una sonrisa y se acomodó detrás de la silla de ruedas en la que su madre estaba sentada.
Sí, vamos, ya tengo el termo con agua caliente para el café.
¡Estupendo! Y mientras, ordeno tu armario. Estuvo muy lindo ¿no?



María de los Ángeles Raggio, 2019.




domingo, 12 de enero de 2020

Lo ha visto * Brenda Secco





Lo ha visto
y ahora lo sabe

abrió la puerta
sangran sus llaves

una grieta
la atraviesa

huesos, vísceras
todo al sol
quema

ahora si
pronto
cae la noche




Brenda Secco, 2019.



Halpern

sábado, 11 de enero de 2020

Imprevisible * María Victoria Verzura




Imprevisible
inusual
indeterminado
nunca es el momento oportuno


ese instante fugaz en el que aparece


un resquicio


no es presente ni está por llegar ni ha pasado
salto a lo absoluto
tiempo lineal efímero inalterable
y en mí el tiempo al margen del cosmos
registrado en un recuerdo
pura percepción
fugacidad vacío inquietante


abrasa el ayer como una sombra
cantando en la voz del presente que pasó
estoy rendida y existo
aunque ya no soy


toda la vida en un minuto
y un minuto es todo



María Victoria Verzura, 2019.



Roslyn Julia

viernes, 10 de enero de 2020

Desde hace tiempo * Axel Levín



Desde hace tiempo
hay algo de inminencia
de permanente irrupción
en este ir y venir
ocho cuadras nocturnas
alternando
tu casa y la mía
para habitar de a dos.

Hoy
falta una semana
para que te lea esto
primera noche juntos de vuelta
imagino cómo será
(no te conozco
no sé quién sos
no sé qué viene)
me entrego a esa sensación ficticia
real
de primera vez
sin caminar esas cuadras graciosas
porque en verdad
nunca
estuvimos
así.

Elijo la reinvención
estirar el brazo a la mañana y que esté ahí
nuestra
la palabra
en cada rincón
inaugurando
la textura caótica
desconocida
selecta
de ahora
acá en más
nuestro mundo.




Axel Levín, 2019.


Foto: Ricardo Czikk

jueves, 9 de enero de 2020

julioviembre 2019 * Rita Corigliano

  

Julio tiene tu nombre
tu presencia de frío
hielo 
entre mis piernas alegres
un pañuelito arrugado 
en un cajón
líneas rojas 
que cruzan el tiempo


El sol 
se alinea 
en la vereda
 y yo
te pinto en amarillo
con los sentidos a flor de piel


En este aire de siesta
sigo tu boca 
que desprende
perfume de tilos
amaso con jazmines
musiquitas fugaces

Artilugios para atrapar
con vos
mi voz.



Rita Corigliano, 2019.
Para Un año de sensaciones.




Foto: Ricardo Czikk

miércoles, 8 de enero de 2020

Ignacio Goldsmit para Un año de sensaciones



Enero
Pies acariciados por la arena. Nubes granuladas flotan en la noche, pero es el mar quien guarda sus secretos (hablo de las estrellas); te escribí un poema.


Febrero
amor
te amo
cumplimos
catorce días
ángel
nací
hoy


Abril Abril
Se abre otro verde amarillo
un fino marrón invisible
contagia
el rojo de nuestros hilos


Agosto
El frío se impregna en la lluvia sobre el techo. Nosotros esperábamos que decante la palabra justa.
No fue te amo.



Sensación: desamor
Color: bordeaux y/o gris

Ignacio Goldsmit, 2019.



Foto: Ricardo Czikk

martes, 7 de enero de 2020

Frenesí * Verónica Bordón






una consigna
una premisa
aquí estoy
¡hola!
¿quién soy?
¿siento?
¡claro que sí!
¿mucho?
oh! apuesto que sí
cómo no saltar
al frenesí
oh dulce carmesí
sé que vienes por mí
a borbotones
como cien señores
¿y que pretenden?
tienen sabores
con pañoletas
se ven paletas
¿de qué color?
no sin perder
se dejan ver
aquel bravor
falso fervor
acuso azul
no es bordó
quizás marrón
otoño es
y si al revés
quiero sentir
y así vivir
puedo perder
y por doquier
no sin candor
verano fue
si lo sabré
el tiempo aquel
que yo soñé
con tu pasión




Verónica Bordón, 2019.
Para Un año de sensaciones.



M Taylor