lunes, 31 de marzo de 2014

Pulso campaña, una traducción libre de Ricardo Czikk


PULSO CAMPANA 

JIm Dine

Corazón inquieto
busca mi par 
el tan tan bate el parche 
una ruidosa contaminación
hace rítmico mi raje
el raudo regreso
mi ánimo pulsando
mi pulso repicando
todo redobla 
todo remacha
allí me espera
el ritmo del monaguillo 
padre
diablillo
en perfecta consonancia
machacamos al unísono
uniendo nuestros latidos
a su tañido.


Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje, por Ricardo Czikk a partir de la traducción libre del texto original de Poe, buscando la musicalidad y la emoción más allá del sentido. 


martes, 25 de marzo de 2014

Martín Po se inspira en Muek - La muestra

Me gustó lo simple, desnudo, la piel en grandes cantidades en movimientos comunes, cotidianos, haciendo formas con los músculos, las tensiones y las poses. El hombre durmiendo, el zoom a esas pequeñas vidas que son las cejas, los labios relajados babeando, los cachetes y el mentón, todo durmiendo, todo ese zoom inconsciente que pasa en la infinidad de nuestro cuerpo desnudo, todas esas actividades que no notamos.
En general sentí un despertar a este arte del detalle a la vista pero invisible. La perfección y el parecido a lo real, a lo que estamos acostumbrados a ver nos permite sortear ese obstáculo y ver más allá. Por eso creo que el mensaje no es el parecido o la perfección con las formas, sino la nueva reflexión por el detalle cotidiano desde otro punto de vista. Manteniendo la concepción que ya tenemos del cuerpo, podemos verlos en diferentes formas que nos facilita la concepción de nuevas ideas sobre nuestra propia existencia acá.

Martín Po
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje

viernes, 21 de marzo de 2014

Haibun en Haiku II por Virginia Janza

Taller de Haiku II:
Haibun

Viernes 21 y 28 de marzo, 20 h

"Cada día es un viaje, y el viaje mismo es casa"
Basho



Coordina: Virginia Janza
virginia@siempredeviaje.com.ar

Lugar: Guarida Literaria
de Siempre de Viaje
Dirección General: Karina Macció
Tel.:  4867-5964   //  11 50 56 36 95 


www.siempredeviaje.com.ar
www.siempredeviajepoesía.blogspot.com.arwww.facebook.com/siempredeviajeliteratura

Andrea Larrieu - Celos


Celos

Esos ojos sólo tuyos se desvían. Otras miradas la raptan, y ella deja que permanezcan en la suya. Se inclina sabiendo que ese escote pronunciado provoca.
La reina de tu palacio. Querés que permanezca dentro de las mil habitaciones que construiste sólo para ella. Pero se empecina en salir y rodearse de plebeyos. Te duelen sus palabras buscando pretextos, te hieren en los ojos y te dejan ciego. 
Viejas cicatrices se abren y sangran. El amor se te hace sufrimiento con cada minuto que presentís el engaño. Tu reina lo niega. Descarada. Los besos saben a otros labios, las caricias tienen rastros de otra piel.
Tu cuerpo late enloquecido, sombras siniestras se te meten en los pensamientos. Disparás flechas embebidas en veneno mortal que se clavan en su corazón. 
Tu amor no tiene remedio. Siempre duele. Una y otra vez.

Andrea Larrieu

Albert Joseph Penot

miércoles, 19 de marzo de 2014

Campana de domingo, una traducción libre de Ricardo Czikk





CAMPANA DE DOMINGO

En la mañana del domingo
late lento 
acompasando al mate
el jugo y el diario
mientras ella esparce su calma en la bandeja
con café y dos tostadas que casi termina.

Apenas nos lleva a un almuerzo familiar
un asado o la espera en restorán
cuando las campanas aquí nomás
anuncian ciertas las doce clavadas
de a poco se estruja mi corazón
esperando que los pájaros ya agotados
dejen su trino a favor del tañido
de las seis
cuando la penumbra anuncia
el goteo húmedo de lluvia
con lágrimas
bostezo prolongado combinado con cortante
desazón
mañana mi pecho se batirá 
en una lejana oficina 
sorda al campaneo de la abadía
dejándome sin ritmo
desregulado entre tanta
rutina de la semana.




Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje, por Ricardo Czikk a partir de la traducción libre del texto original de Poe, buscando la musicalidad y la emoción más allá del sentido. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Talleres Virtuales en Siempre de Viaje

Acá la nota completa sobre talleres de escritura virtuales. Karina Macció  habla de la propuesta de Siempre de Viaje

Interconectados en la Red para aprender a escribir

Letras a la distancia. Asistir a talleres literarios virtuales es una práctica cada vez más frecuente. Skype, Facebook, WhatsUpp; correo electrónico, chats y blogs son los medios elegidos para intercambiar textos con docentes y compañeros. Los aspirantes a escritores suelen tener entre 20 y 50 años y la mayoría vive fuera de la ciudad de Buenos Aires
Por Verónica Dema  | LA NACION

Cuando hace cinco años la kinesióloga Norma López se fue a vivir a Haití supo que iba a extrañar ese espacio de escritura y lectura que ya era parte de su vida. En Córdoba, donde vivía, primero participó de un taller literario con la escritora María Teresa Andruetto; luego, durante años, con Lilia Lardone. Cuenta López vía mail desde Tabarre, a 40 kilómetros de Puerto Príncipe, donde trabaja en una organización para chicos huérfanos con desórdenes neurológicos, que con ellas aprendió "a pulir y ordenar sus pensamientos para escribir, a seleccionar las palabras adecuadas para un relato, para hacerlo creíble".

Por un tiempo, se alejó de la hoja en blanco, sintió que su trabajo le consumía toda la energía. "Un día me di cuenta de que mis vivencias con este pueblo, mi mirada hacia esta cultura, la manera en que la vida golpea y me golpea, abraza y me abraza cada día, deja huellas y siento que debo contarlo. Mi recurso, mi instrumento es la escritura."
Con esa convicción, una vez al mes desde hace seis, se sienta frente a la computadora, se conecta a Skype y del otro lado, en Buenos Aires, la espera la poeta Griselda García. "Con ella empecé un taller literario a distancia", dice López. Tiene 46 años y cuenta que se siente más cómoda de lo que pensó cuando Andruetto le dio la idea. "Es una hora de encuentro en que le muestro a Griselda un texto que necesito corregir, intercambiamos opiniones, hablamos del tema", dice. Confiesa que le gustaría tener más tiempo para escribir y corregir. "El trabajo sería más efectivo si lo hiciera de manera constante, algo que todavía no pude adquirir."
Asistir a un taller literario de modo virtual es una práctica cada vez más frecuente: los primeros surgieron hace unos siete años y, desde entonces, la oferta en Buenos Aires no para de crecer. Son una especie de versión posmoderna de la enseñanza por correspondencia. La adoptaron escritores que antes sólo ofrecían encuentros presenciales y, atentos a la demanda, fueron sumando esta opción. Algunos lo hacen vía Skype, otros con listas de mails; están quienes usan un blog privado para subir los ejercicios e intercambiar comentarios; también suelen poner a disposición el chat, Facebook y WhatsApp (una aplicación de mensajería multiplataforma que permite enviar y recibir mensajes mediante Internet a bajo costo).
Los asistentes presentan perfiles diversos: según la consulta de adncultura, tienen entre 20 y 50 años, la mayoría vive fuera de la ciudad de Buenos Aires (algunos en el conurbano bonaerense, otros en el interior del país, hay extranjeros y están los que, como Norma López, se mudaron temporariamente al exterior), también se anotan mamás con bebes o chicos pequeños a quienes se les dificulta moverse de casa, entre otros. El común denominador es que eligen un taller de escritura, individual o grupal, mediado por la computadora.
Una señal del crecimiento de la demanda es que en 2012 Casa de Letras creó la Escuela de Escritura Online, que funciona a través de un aula virtual en que se recrean las condiciones de intercambio propias de una clase presencial. "En el aula virtual el alumno recibe el material teórico, las consignas para los ejercicios de escritura y una devolución personalizada a través de una video-corrección de los ejercicios. Allí se plantean las dudas al profesor e interactúan entre compañeros en un chat colectivo y en los varios foros disponibles", detalla Blanca Herrera, codirectora junto con Carlos Lutteral. En el primer año ingresaron 54 alumnos de distintos lugares de la Argentina y de América Latina.


Un encuentro "cara a cara" por Skype

Griselda García, autora del libro de cuentos La madre del universo y de otros cinco de poesía, hace nueve años que dicta un taller literario presencial y se decidió a ofrecer la modalidad a distancia desde 2009, cuando se popularizó Skype. Cuenta que antes lo hacía de modo informal, con amigos que le pedían que les leyera algún material y la devolución era por mail. "El típico Word con las anotaciones de colores", dice. "Pero me resultaba tedioso ese tipeo y, además, ¿cómo hacés para transmitir lo que querés decir verbalmente? Yo me tomo mucho trabajo en cómo va a reaccionar el otro porque cuando mostramos algo, en algún punto, estamos inseguros. Si encima uno dice algo bruscamente, o muy resumido, o que pueda ser malinterpretado. Por eso prefiero ver a la otra persona, aunque sea por cámara, porque en la charla me voy dando cuenta de si me interpretó o no, si algo le cayó mal y empiezo a suavizar".
Para Karina Macció, fundadora de Siempre de Viaje-Literatura en Progreso, también Skype es la mejor herramienta para su taller a distancia. Encuentra allí, además de la posibilidad de estar "cara a cara", el contacto con varios de sus talleristas mediante el formato de conferencia. "Cuatro o cinco personas están conectadas al mismo tiempo y realizan el encuentro de taller. A través de la pantalla hacemos el seguimiento individual de cada uno", comenta. Aclara que hay que ser muy ordenados al hablar porque si no la comunicación se corta. Para ella eso se convierte en un punto positivo: "Esta imposición tecnológica vuelve el espacio de trabajo un lugar de escucha atenta, con absoluto foco en lo que se está leyendo y comentando".
El director de Ediciones Artilugios y coordinador de Cruzagramas, Sebastián Barrasa, también considera importante conservar lo grupal en sus talleres virtuales. Sin embargo, el Skype no le dio resultado y, tras prueba y error, decidió lanzar la propuesta por medio de listas de correo. Hace diez años que da talleres de modo presencial y siete desde que se lanzó con la propuesta a distancia, que promociona como una de las primeras en Buenos Aires.
"Los alumnos reciben un día fijo de la semana la consigna, que es más bien de técnicas y estilos. Luego mandan los textos, tanto los presenciales como los a distancia. A medida que los recibo, los corrijo y voy enviando la respuesta", comenta. "Los quise armar grupales porque por experiencia sé que lo individual no es tan rico como lo grupal, porque en la revisión de otros se pueden ver fallas propias; además, así se percibe la diversidad."
Para no generar confusiones en medio de tantos mails -llegó a tener veinte inscriptos a distancia- estableció un "protocolo": en el encabezado los talleristas ponen el nombre del ejercicio y del autor; así los demás saben si es un ejercicio o una consulta. Las devoluciones del coordinador llegan a todos a partir del grupo de Yahoo con el que trabajan. "También lo hicimos como para que reciban la devolución de las revisiones en el celular, así es más accesible, y todos tienen la posibilidad de opinar sobre los textos de los demás", comenta Barrasa.
Un sistema parecido, que pretende "simular" lo grupal, es el que implementa la escritora Valeria Iglesias, autora de Correo sentimental, Papel reciclado y Oniria, entre otros libros. Además de ser editora del sello Outsider, coordina talleres presenciales y virtuales, estos últimos desde hace cuatro años. Al igual que en otros talleres literarios que conoció adncultura, ella creó un blog cerrado al que sólo acceden los "alumnos", tal como los menciona. "Mi idea de manejarlo así es que, si bien hay ciertos tiempos que cumplir, todos tienen 24 horas para resolver la consigna, subir su texto y comentar los de sus compañeros; luego doy mi devolución teniendo en cuenta los comentarios de todos", señala. "Me interesa que no sólo tengan herramientas de escritura sino también de corrección: eso hace que uno empiece a foguearse para corregirse uno mismo", opina.
Los poetas Javier Galarza y Natalia Litvinova, escritora y traductora de poesía rusa, hace tres años que ofrecen talleres a distancia, sobre todo, por la demanda de alumnos del exterior. "Dividimos las entregas en módulos semanales y tenemos la modalidad de usar un blog privado y material en archivos Word, consignas a través de una cadena de correo para que los participantes puedan dialogar entre sí y enriquecerse con las opiniones de los otros", comenta Galarza. "Las ventajas están en el intercambio: psicoanalistas, músicos y escritores de distintos lugares del mundo y de diferentes edades dialogan entre sí y ante cada pregunta se puede redactar un apunte al respecto." El blog es el vivo registro de esos intercambios virtuales.

No tan real

La posibilidad del encuentro, la disposición al intercambio entre apasionados por la literatura, es el valor fundamental de los talleres para la escritora Liliana Heker, quien los coordina desde 1978, cuando la dictadura les arrebató a los jóvenes escritores la posibilidad de reunirse con sus pares en las tertulias de las que ella sí participó durante los años 60 y principio de los 70. "Lo único que me interesan son los talleres presenciales y grupales. Creo que todo taller en donde haya distancia e intercambio entre dos personas se convierte en autoritario, porque está la opinión del que coordina y nada más", opina Heker, en diálogo con adncultura. "En cambio, en el taller grupal se verifica lo que realmente ocurre en la creación literaria, que no es una ciencia exacta, de modo que por más experiencia que tenga el escritor de ningún modo su opinión es la única que vale."
Y se explaya: "Además, el grupo tal como lo entiendo es un lugar de pertenencia y un espacio altamente estimulante para quienes asisten. Nada de esto se puede verificar en un taller online. Reconozco que puede funcionar para alguien que está a la distancia y no tiene otra posibilidad, pero creo que no es otra cosa que tener un texto y hacer una corrección de ese escrito".
Pablo Cosin, periodista de 32 años, en 2013 por primera vez asistió a un taller presencial. Optó por el de la escritora Gabriela Bejerman. "Hice el taller porque siempre quise escribir y nunca me había animado, en ese sentido me arrepiento de no haberlo hecho antes", dice. Y agrega: "El proceso de leer en voz alta un texto y que después sea analizado por tu tallerista y tus compañeros me pareció demostrativo de cómo un escrito puede ser interpretado de infinitas maneras. A su vez, el ejercicio de considerar en grupo dónde un texto funciona y dónde no, dónde radica su potencial o qué es lo que se necesita para mejorarlo es una práctica muy estimulante". Del taller surgió una antología de textos que se publicó de manera independiente.
Heker cree que se puede intentar recrear un grupo por Internet, pero que no tiene el mismo valor. "No se puede verificar la pasión con la intensidad que debe tener un taller literario que, al fin y al cabo, está formado por un grupo de escritores en distintas etapas de formación. Ahí se tiene que verificar la pasión, que sin duda se ve bastante atenuada en un taller online", opina. "A mí me apasiona el grupo, trabajo con ellos y siento la respuesta, la resistencia a ciertas opiniones. A todo eso uno lo palpa."
Algunos coordinadores de talleres virtuales reconocen que la posibilidad de intercambio real se ve menguada. Griselda García optó directamente por la propuesta individual por Skype y la define como una "clínica". "Funciona más como un trabajo en proceso de alguien que está avanzado en un material y quiere ponerlo a consideración. Si es alguien que nunca escribió, darle una consigna es muy lento y difícil porque hay mucho de la poesía que ya incluso de modo presencial es medio intrasmisible; mucho más a distancia."
Esto se vuelve, para ella, más difícil sin el intercambio con otras personas que pueden ofrecer distintos puntos de vista y compartir sus experiencias. "En ese sentido, los grupos presenciales son ideales", reconoce. Cree que otra de las falencias de lo virtual es la facilidad con que los talleristas pierden el entusiasmo. "En mi experiencia, la gente virtual tiende a perder las ganas. Creo que es porque falta la presencia. Entonces empiezan las excusas, que no puede una semana, que la otra tampoco y así", comenta. "Digo, listo, en poco tiempo deja."
Macció, en cambio, es una acérrima defensora de Internet. Las redes sociales, Skype y hasta WhatsApp son sus herramientas fundamentales para difundir lo que hace e, incluso, para poder concretar sus talleres. "La idea del viaje en nuestro nombre tiene que ver con la posibilidad de ?convertir la silla en un trasatlántico', como decía Girondo", cita Macció, que tiene veinte participantes en sus cursos. "Uno puede viajar usando la literatura a donde quiera y, por eso, la virtualidad nos permite que este viaje sea mucho más fluido. Ya está sucediendo: la distancia física no impide el trabajo, el encuentro, el amor. Y por supuesto, no va a impedir un taller literario donde se pueda compartir lo que escribimos y tener una devolución en el momento, tan valiosa para poder comprender mejor lo que estamos diciendo y lo que queremos decir", reflexiona.
Pero no desconoce las limitaciones en los "encuentros virtuales", que se circunscriben a la palabra. "Todo pasa a través de la pantalla, lo visual es muy restringido. La voz, sobre todo, pasa a primer plano", dice.
Para la directora de la Escuela de Escritura Online, Blanca Herrera, esa incompletitud a la hora del intercambio es una de las desventajas de este sistema. "No existe tecnología ni metodología que pueda reemplazar la presencia, el encuentro en vivo, la mirada, la situación de convivencia de una clase presencial", admite. Para mitigar esta falta, como cierre del curso realizan un encuentro en la sede de Casa de Letras. Allí concurren alumnos de diversos puntos del país e incluso del exterior que se sientan en un gran círculo y se disponen a conversar, a compartir anécdotas del año que vivieron a distancia, a conocerse personalmente.


El patio contiguo - Alicia Álvarez

El patio contiguo
En la oscuridad del patio contiguo a la habitación, un canario apenas gorjea en la tibieza matinal del invierno. Debajo de la jaula descascarada, el malvón rosado resiste en su maceta de cemento blanco. La cretona desteñida sobrevive gracias a la humedad y a los rayos de un sol dudoso.
El canario se baña y salpica, desparramando alpiste sobre el piso raído.
La mujer habla sola, todo el tiempo. Se hace preguntas, le habla a su única hija que está lejos. Y maldice al canario roñoso, que le ensucia el patio.
Él está en su cama, inmóvil, con sus grandes ojos fijos en la pared que desde hace meses, representa su único paisaje. Sólo una pared y el viejo televisor.
Casi no habla. Apenas la nombra cuando necesita algo.
Ella controla el paso de suero con calmantes hacia la cánula. Está pendiente del curso de la gota como si escudriñara cada grano en un reloj de arena.
¡Ahí está!, ¿la ves?. Ahí viene mi mamá - grita con voz ronca.
No hay nadie, tranquilo, debe ser la pastilla que el médico te dio- simula ella quitándole importancia.
Él baja lentamente los párpados. Finge dormir un sueño inexistente.
Su pensamiento íntimo lo conduce de la mano de su madre hacia la escuela de la calle Viel. Su hermano, de pantalones cortos en el barrio cercano al parque, donde escapan a derribar los nidos de los pájaros.
Su hermana mayor, Isabel, de grandes ojos también, chispeantes, engalanada con moños excesivos y ejerciendo autoridad absoluta, como fue siempre.
Osvaldo ¡ tenés que comer!. Te traje fideos amasados. Mirá que flaquito estás.
Hace que sueña. Se acuerda de la rubia del cuarto piso, platinada a la fuerza, cuando una tarde de invierno, en el ascensor, lo invitó a dormir con ella la siesta más fantástica de su aburrida vida.
Osvaldo, quedáte un ratito más. Por qué estás tan apurado. Tanto miedo le tenés a tu mujer.
Hace que duerme, fingiendo al igual que cuando lo visitan.
Lo sabe. Nada podrá engañarlo. Ni las historias ajenas de falsas sanaciones, ni las sonrisas bienintencionadas. Lo sabe, y pacientemente espera.
Sus “ellas” están ahí, próximas las una de las otras.
La atenta, en la cocina; la otra, en el patio al lado de la jaula.
Una, con el oído alerta, prepara una taza de té negro.
La otra, hojea en su registro de interminables datos, su nombre y apellido.
La del oído atento telefonea a su hermana, pidiéndole que venga.
La hermana ordena la presencia del médico.
No me digas lo que tengo que hacer, Isabel.
El médico no llega.
La de extenso registro, ajusta la faja de su vestido gris, ondula la cabellera rubia y se perfuma.
Su respiración se hace trabajosa. Es entrecortada, casi un jadeo. De cuando en cuando, un ronquido. Ya no simula. El dolor inexpresable lo mantiene en perpetua rigidez.
Tiene los puños cerrados y las piernas contraídas. Son clavos agudos en sus manos y sus pies.
Desde el patio contiguo, aroma de violetas.
Sin ruidos, sin puertas abiertas ella se acerca. Susurra a su oído, lo roza con gracia femenina. Con velos, lo envuelve. Acerca sus labios al beso que él comprende.
Impelido por una fuerza ajena se incorpora de golpe, abre los ojos desorbitados y grita; lanza su ira y la deshace en mil pedazos; escupe el odio, el amor, la infancia, la desdicha, la impotencia y el sometimiento.
Domingo al mediodía. El cuerpo helado. Su mujer lo arropa, le acomoda el pelo, lo besa. Acerca su cara al pecho, a la nariz. No entiende. Busca papeles en la mesita de luz. Llama por teléfono. A quién. No lo sabe. Camina de la habitación al living tiritando. Llora. Tiembla y tiene miedo. Abre la puerta que da al patio para respirar. Vuelve a mirarlo en la cama. De golpe, toma una sábana y tapa el espejo del dormitorio. Hay que tapar los espejos, dicen.
Hace fuerza para destrabar el picaporte de la ventana. La abre y agita los brazos y las manos en actitud de dejar de ir. Como decía la tía Balbina.
Sale de nuevo al patio, levanta la reja de la jaula y libera al canario. El ave se posa en la ventana. Gorjea. Y los dos, con la obediencia debida vuelan lejos, muy lejos.


Alicia Álvarez
Texto Producido en los talleres de Siempre de Viaje

sábado, 15 de marzo de 2014

Siempre de Viaje Reseña - Hoy: historias que atrapan - Cantata, por César Isola Isart

Es como si quisieras contar una historia que está debajo de las sábanas, sin levantarlas. Contando cómo es que se ve ésa historia desde la puerta, desde la ventana, desde el costado y, por último, desde la cama. Siempre con la sábana encima.

Vos al lector le contás cómo se ve esa sábana, le ponés color y arrugas. Algo de forma y un poco de juego al viento. Le decís que está gastada de un solo lado, que tiene una mancha y aroma a mate frío. Y asumís en base a eso, que va a saber qué es lo que hay debajo.

Pero de una u otra forma, siempre hay. Porque esas telas tienen algo lindo y es que a pesar de que vos buscás que todos encuentren lo que se oculta detrás, tu significado, las describís con un ritmo poético que significado o no, leerlas, sólo leerlas, como música de fondo, también es placentero. 

Es como cuando te sentás entre las rocas a ver el mar. Podés imaginar todo eso que no ves, sentir la bruma, y preguntarte qué más hay. O simplemente colgarte mirando ese ida y vuelta.
Hipnotizarte.

Tus textos atrapan desde el principio. Y atrapan desde arriba y desde adentro.


César Isola Isart, 
sobre Cantata de María Florencia Jiménez de Castro. (Viajera, 2013).

Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje


viernes, 14 de marzo de 2014

Entrenamiento en la Escritura

Taller de Entrenamiento en la Escritura

en abril presentamos:

Arthur Rimbaud
Una temporada en el infierno

 


4 clases para escribir en vivo
a partir de la lectura de Rimbaud
Podés tomar una, dos, tres o cuatro clases.
¡Hay muchos horarios para elegir!

¿Qué es el Taller de Entrenamiento en la Escritura?
Se trata de un taller INTENSIVO para escribir en VIVO. Cada clase trabajamos sobre un tema diferente.
Partimos de la lectura de textos breves con varias consignas para realizar EN EL MOMENTO.
No es necesario participar de todo el curso; también se pueden tomar clases por separado.
El objetivo es escribir sin excusas.

¿A quién está dirigido?
A todos los que quieran empezar a escribir “de cero”, a aquellos que se sientan “trabados” con la propia escritura
y a los que quieran renovar sus temas y recursos. No se requieren conocimientos ni producción previa.

¿Cuál es la modalidad del taller?

Cada clase comienza con la lectura de un texto breve del autor que nos convoca cada mes.
Luego proponemos una consigna para resolver rápidamente, sin pensar, escribiendo un boceto que no se leerá en público.
De esta manera, escribimos todo lo necesario, sin prejuicios.
En una segunda ronda, volvemos sobre la consigna para organizar el material que surgió espontáneamente.
Para cerrar, leemos en voz alta los textos producidos.

Coordina: Cecilia Maugeri
cecilia@siempredeviaje.com.ar

Lugar: Guarida Literaria
de Siempre de Viaje


Tel.: 4867-5964 // 11 50 56 36 95
Dirección General: Karina Macció

jueves, 13 de marzo de 2014

Cecilia Maugeri se inspira en Mueck - Personajes

Pareja joven

―¿Entendiste?

¿Entendiste?

¿Entendiste?

―¡Auh!

―Contestame cuando te pregunto algo.
―Basta.
―Contestame.
―Ya entendí.
―Entonces callada.

Así es mejor.

***

Máscara II



Y entonces el cansancio pegado a la cara se desplomó sobre el suelo desnudo y se fue derritiendo, absorbido por el gris helado del día. Se entregó al sueño merecido, se dejó llevar hacia los gestos de la placidez. La relajación de los músculos acompañaron el proceso. Sólo la mente conseguía seguir arrugando apenas la frente con un dejo de preocupación. 
Cuando la carne se liberó de la vigilia, el hombre despertó y dejó su cara descansando, fría y desnuda. 


***

Pareja debajo de una sombrilla

―Habría sido mejor no saberlo.
―Ya lo sabías.
―Pero no así, no así.
―No hay remedio.
―No quiero hablar.
―Bueno.
―Mirá ese nene. Viene para acá.
―Chsss.
―Hola.
―¿Cómo te llamás?
―Matías.
―Matías, por favor, ¿podrías jugar con la pelota un poco más allá?
―Sí, señora.
―Gracias, querido.
―Señor, ¿está bien?
―Sí, tesoro. Está cansado solamente. Andá a jugar con la pelota.

―Andá, dale. 


¿Por qué no volvemos a casa, viejo?
―Esperate que ya se me pasa.



Cecilia Maugeri.
Textos producidos en los talleres de Siempre d eViaje

miércoles, 12 de marzo de 2014

Club de Lectura Especial: Alfonsina Storni

Miércoles 19 de marzo a las 20

Conocé a la poeta y a la feminista
que luchó contra la pobreza,
la enfermedad y el patriarcado
para hacerse un lugar en la literatura.

Coordina: Virginia Janza
virginia@siempredeviaje.com.ar

Lugar: Guarida Literaria
de Siempre de Viaje
Tel.:  4867-5964   //  11 50 56 36 95 




"Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada."

martes, 11 de marzo de 2014

da miedo - Sofia Ciravegna

da miedo encontrarme
                     desprotegida

da miedo enredarme
                     entre tus piernas


otra vez

y

otra vez


tanto miedo
           que gusta
se me electrifica la piel
y algo succiona por dentro
inhalo placer
líquidos
vértigo

la resaca de haberte deseado

                  tanto tiempo


me usurpas el cuerpo
intervenís cada ángulo
                    cada esquina
                        pared
                            capa
                               de piel
                                  de mi
                                      cuello
                                           revolcado en tu habitación. 



Sofía Ciravegna

Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje


Helmut Newton

domingo, 9 de marzo de 2014

Lisbeth Feinberg se inspira en Mueck - Personajes

Todos caminan, se paran, se asombran, quieren interpretar lo inexistente, buscan una respuesta a
sus dudas, una explicación a sus miedos, la perfección por la perfección misma en esas dos
figuras inertes plantadas en ese gran salón.
Pero muy pocos lo ven, claro, ¿cómo lo van a notar?, si es chiquito, insulso, y no es perfecto.
Pero él está ahí, con su herida abierta, más allá de todo intento de ser perfecto, si obviamente
desde que nació supo que nunca lo iba a ser.
El está ahí, ni siquiera se anima a gritar, sólo la muestra, para que alguien, al menos ella, lo
vea.

Lisbeth Feinberg

Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje

jueves, 6 de marzo de 2014

Excursión al Malba y escribimos desde la muestra de Porter

Salimos de excursión de la mano de Cecilia Maugeri. Uno de los grupos de escritores más jóvenes de la Guarida Literaria estuvo recorriendo el MALBA y sus alrededores, para terminar escribiendo en el verde brillante del césped. El día acompañó, igual que el mate, la lapicera y la exposición de Liliana Porter para iniciar el viaje.
Quizás algunas de estas imágenes te sirva de pasaje a la hoja que te llama a escribirla.







miércoles, 5 de marzo de 2014

Andrea Larrieu - Pasión


Pasión

Cuerpos pegados, sábanas que sudan gotas de deseo, contenidas en un frasco de tiempo eterno.
Dedos que se mueven incontrolables, buscando notas. Música que fluye. 
Tu mirada de luz brillante me hace latir, embruja, enciende. 
Pero quiero ese condimento picante. Calor, sudor. Estoy sedienta. 
Soy arcilla a la que moldeás a tu antojo. Sofocada y entregada, temo, me quiebro y volvés a moldearme.
Las llamas queman. El pecho explota, el cuerpo arde. Tus besos encienden, tus manos avivan. Quiero ese calor, fundirme en vos. No puedo más. 
Un hueco se abre bajo mis pies. Caigo en la oscuridad. Voy dejando partes de mi cuerpo en el camino y busco tus ojos para verme.
Consumida, desarmada, convertida en cenizas, vuelvo a mi ser. Siento tus manos, la piel se eriza. Todo vuelve a empezar.  


Andrea Larrieu

Albert Joseph Penot

sábado, 1 de marzo de 2014

En marzo: Taller de Haiku II - Haibun

Taller de Haiku II:
Haibun
"Cada día es un viaje, y el viaje mismo es casa"
Basho
Viernes 21 y 28 de marzo, 20 h
Coordina: Virginia Janza: virginia@siempredeviaje.com.ar
Dirección General: Karina Macció
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
fbk: siempredeviajeliteratura
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 // 11 50 56 36 95