domingo, 31 de agosto de 2014

Bestiario en Club de Cuentos SV

**Bestiario**


Con los chicos leemos y exploramos libros álbum, cuentos y poemas relacionados con animales y monstruos. Creamos nuestras propias criaturas.
El favorito: Zooilógico. Bestiario de seres mitoilógicos. 

Con sus "nombres científicos" nos llevó a las enciclopedias de dinosaurios.
Compartimos los chistosos limericks de Zoo Loco.  






Club de Cuentos SV

La propuesta de Siempre de Viaje para los más chicos
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
Coordinación: Gabriela Tavolara
Dirección General: Karina Macció
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 // 11 50 56 36 95 

sábado, 30 de agosto de 2014

Néstor Perlongher - Cadáveres (Lado A)

En septiembre llega el Club de Lectura de Néstor Perlongher a Siempre de Viaje







CLUB DE LECTURA
Coordinación: Virginia Janza, Eugenia Coiro y Karina Macció.
Dirección General: Karina Macció
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
fbk: siempredeviajeliteratura
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 



viernes, 29 de agosto de 2014

My Monster by Allegra




ENGLISH CORNER
El espacio en inglés para los chicos en Siempre de Viaje
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
Coordinación: Gabriela Tavolara
Dirección General: Karina Macció
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 // 15 36 82 46 25

jueves, 28 de agosto de 2014

Tam-tam - Celia Marder


Tam-tam

Tam-tam, tam-tam
Tam-tam, tam-tam
El corazón
                 enfermó de silencios.
Tam-tam, tam-tam
Tam-tam, tam-tam
La sangre
                 delata su agitación
como en Poe.


Tam-tam-tam-tam.
Tam-tam-tam-tam.
Su tam tam
                  retumba discordante.
Tam…tam…tam-tam
Tam…tam…tam-tam


Reposa adormecido en el quirófano
lo enceguecen luces blancas.
Tam-tam, tam-tam
Tam-tam, tam-tam
Las paredes ondulan
imágenes de relojes flotan en la escena
hojas de almanaques se deshojan acompasadas.


Barbijos, ambos, bisturíes
se acercan a mirarlo.


Tocan
         tam
cortan
          tam
anudan
          tam
suturan
          tam- tam


Siente dolor.


Lágrimas rojas
estallan en las sábanas
estampando la tela.


Resiste las horas
pre-sintiendo
vida por vivir.


Cierran la jaula de huesos
todo concluyó.
Tam-tam, tam-tam
Tam-tam, tam-tam


Jadea fatigado
los latidos se deslizan
sedientos de agua
gotean
lentamente.
Tam-tam, tam-tam
Tam-tam, tam-tam


Mientras, las luces del quirófano
                                                   se desvanecen.
                                                   ssssssssssssssss


Celia Marder, 2014.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje.


miércoles, 27 de agosto de 2014

Sofia Ciravegna / poeta en musicalpoesía!




Sofía Ciravegna, nacida en abril del 90. Taurina y Caballo. Bailarina, productora de tv y fotógrafa.

Participa en los talleres de Siempre de Viaje desde el 2008. En proceso de su primer libro de poesía, Sumergida.  







la imagen que colapsa el quiebre de su vida
de su mundo-mujer
madre-mujer
MUJER
el cadáver de un ángel la acompaña
blanco
chiquitito
diminuto
casi no se ve
es un punto
se siente
tan intenso
preciso
perfecto
se siente
tan
y tiembla
se llena el hueco
de negro
de morado
de astillas
ella sin
disfraza la vida con bebés que le sonríen 
y regalan mensajes del cielo
su cuerpo
su alma
su vuelo MUJER
concebida
tallada
nacida
escolta
inmensidad
algo especial

sin retornos
sin respuestas
sin paz
MUJER



***



viniste aquí por algo
llegaste a mi por algo
todos despertamos por algo
por algoalguien
despertaste desperte
me despertaste
tualguien
hay algo tuyo que me despierta
hiciste este mundo algo
mi mundo algo
pero con vos
vivis
por mis huesos
devolviste el alma rompiendo el infierno
el veneno que me destruía el cuerpo
se que sos vos
me despierto y te veo
te siento adentro en mis huesos
como parte de mi cuerpo
ese cielo eterno que creamos para los dos
donde nos encontramos
y esa luna que me ilumina esa noche oscura
son tus ojos
el mar entero de tu llanto
de tu mundo de espanto
que me entierra en paz inalcanzable
me quema el cuerpo
el eco que escurrís
me escurrís el cuerpo
te siento
te veo
te toco
vuelo
destello
en el tiempo
DESPIERTO





Más de Sofia Ciravegna en: http://uncuerpoydospies.blogspot.com.ar/







martes, 26 de agosto de 2014

Entrevista a Julio Cortázar - Programa "A fondo"

Para festejar el 26 de agosto, día de nacimiento de Julio Cortázar

Verona y Palermo - Ricardo Czikk

Verona y Palermo
Te di mi amor sin que me lo pidieras
y aún quisiera dártelo de nuevo.
Julieta a Romeo

Una piedrita, despacito, no tan fuerte, a ver si puedo, que pegue en la ventana de su cuarto, que la despierte a ella pero no a los viejos, es ésa, no, ah sí, al primer piso llego. Otra piedrita. ¿Y si tiro más? Total nadie me ve en esta calle. Parece que se prendió una luz…
Ahí está parado, expectante, después de haber pasado con la bici por Palermo, haber recogido las piedritas rojas que rodean al parque, que por Libertador contrastan con el verde de las palmeras, que arman esa coreografía de colores que se ve tan linda de día, pero no de noche, pero no a las dos de la mañana cuando estacionó la bicicleta y las fue levantando, calculando su peso, estimando que no romperían nada, pero que harían su tarea: despertarla y hacer que se asomara al balcón.
La noche se le estaba haciendo insoportablemente larga, extensa, inmensa, inconmensurable. La cara de Leyla, con esos enormes ojos negros que lo miraban y enamoraban, no lo dejaban conciliar el sueño. No era excitación, era más bien un revoltijo en la panza, en un lugar indefinible que se activaba de una manera muy particular, como si la madre le estuviera poniendo aquellos paños con alcohol que apaciguaban los dolores que tan a menudo desolaban su intestino. Un calor que lo inundaba, que lo llevaba de atrás para adelante, desde el amor materno hasta éste que nacía y lo ahogaba, que nunca había vivido. Leyla, Leyla, Leyla, tres veces, treinta y trescientas mil; se la topaba a cada paso. Las caminatas de los últimos días, en la sombra de la arboleda del parque, en la avanzada primavera que comenzaba a ser vencida parcialmente por los primeros calores, pero aún dejaba respirar. El sol que hacía de ella un espejismo en medio de las rosas y los pequeños bustos del Rosedal.
Sentarse al borde del lago y ver cómo se desplazan los botes, reman pero no se mueven, flotan en el aire al ritmo de su corazón; no puede soltar los labios que acaba de besar, que por fin entregaron el preciado botín que ansió por años en el colegio, mientras sus amigos lo molestaban por su mirada embobada.
Algunas piedritas caen de nuevo en la calle, rebotan inútiles contra la reja del balcón. Ateo declarado, Robert reza por acertar en el objetivo y ruega que Leyla se asome, que la lucecita sea el anuncio de su aparición. Quiere ver sus cabellos castaños, las ondas largas e interminables, como aquellas madonas renacentistas, las de su Dueña, aquella por la cual entregaría todo.



[Si algún lector no avisado, quiere acusar a Robert por complicarse la vida a tan altas horas de la madrugada, se le debe hacer notar que esta historia acaece antes de la era de los celulares, en la cual él estaría chateando con ella y sanseacabaría el problema. Pero esto sucede en los tiempos en que los amores se barajaban frente a frente, con una carta enviada por correo, y con los teléfonos (si es que se tenía uno en la casa), y que de hacerlo sonar en un respetable hogar de familia, a aquellas horas, habría sido el final de cualquier intento, porque los padres de Leyla, se debe saber, aunque esté bien preanunciado en el nombre, son de origen oriental y tienen pocas pulgas, en particular al padre, quien hace rato que quiere que Leyla se busque un novio en la comunidad, que sea un chico de tantas familias bien que los rodean en el club, pero ella insiste con ese otro del colegio, que en particular a su papá le cae muy muy mal. Pues bien, como decíamos, que este padre irritable por su sangre tan hirviente, puede constituir un peligro para la parejita en ciernes y la juvenil salud y facha de Robert.]



Se parapeta R. debajo del balcón, le parece que alguna otra luz se prendía en la casa y así llega a crisparse al máximo. Los sonidos de los animales, que llegan por la proximidad del zoológico, lo ponen en alerta. Esas cuadras de la ciudad son salvajes, en particular por las noches, cuando los enjaulados se sueltan, rugen por libertad como si pidieran vivir y morir en su ley, no en la de los hombres. Cuando se mueve, puede verla asomada, mirando a la calle desierta. En un camisón bellísimo, de un color muy claro que la noche le impide definir, ella deja ver desde el balcón, aquella hermosura que muchas veces Rob vio en sus sueños. Se queda demudado, casi en éxtasis.
Se repone y susurra, buscando un tono audible pero que no altere la quietud de la noche
—Leyla, pssst, psssssst.
Leyla logra verlo en la penumbra.
—Hola Robi, ¿qué hacés ahí? ¿Eras vos el que tirabas algo contra mi ventana?
—Sí, era yo…
—Ahhh, estaba asustada… No sabía qué pasaba, pero ahora que te veo, siento que mi corazón late fuerte, aún más sonoro que con el miedo que sentía recién por los ruidos.
—No quise asustarte Ley…
—Robi, verte me enloquece.
—A mí me pasa lo mismo. No podía más, necesitaba ver tu carita. Tenía miedo que algo te estuviera pasando y yo lejos de vos. Tus hermosos ojos en la noche…
—Ay, Ro, vos sabés que mi papá se enfurecería mucho si te viera acá. ¿Estás loco?
—Sí, pero de amor Leyla, loquísimo de amor. ¿Te acordás lo que nos contaron cuando fuimos de visita al zoológico?, ¿eso de los elefantes cuando pierden el sentido?
—Sí, claro, el Am…
—Amok, la enfermedad de amor. Se desbocan, no pueden controlarse y cuando están así entran en estampida... Estoy igual, Leyla. No querría que tu padre intentara algo que pusiera freno a esta relación. Tanto tiempo me gustaste. Por años te quise cerca.
—Robi, me estás asustando. También yo te amo, mucho, mucho, mucho, hasta el cielo. Ni la muerte nos separaría. Amok, Amor, salir a lo loco, ay, escaparnos de cualquier cárcel que nos quieran imponer nuestros padres. No entienden nada de esto que nos pasa, de lo que sentimos.
—Leyla, cuánto te quiero. Amor, sí… ¿Escuchás? Son las alondras que estas noches de primavera anuncian que algo puede pasar.
—Robert, ¿qué decís?
—Sí, te digo que no hay como este soni… Leyla, se prendió la luz del pallier del edificio, acá abajo.
­—Rob, escondete ya, no quiero que te vean los vecinos, ¡por favor!
—No me pienso esconder. Sea quien sea, quiero que sepa de mi amor.
—¡Robert!
—No me moveré de acá.
—¡Robert!
—Leyla, Leyla, esto no terminará bien…



¿Qué es ese ruido? ¿Y ese murmullo en el balcón? Ah no, Leyla otra vez haciéndose la Julieta enamorada con ese Romeíto ahí abajo. Me acuerdo de haber haber estado así de loco por una piba, pero éste pibe no entiende nada. Ya le dije a Leyla que la quería lejos de él, así que le voy a dar flor de susto. Me voy aparecer así como estoy, en este en pijama, con cara de malo y muy enojado; no me importa nada, me cansaron. Encima no tienen horarios. Ya le dije a Ley que esto no es Verona, pero que si insiste será una tragedia sin venenos y esas cosas. La voy a mandar a lo de la tía en Cordoba, sí, así se le pasa esta fiebre de amor... Este ascensor de mierda no viene más. Bajo por la escalera. No tendría que haber prendido la luz del pasillo; seguro que ya se avivó, parece boludo pero no come vidrio. Ahí lo veo en la puerta…



[Éste es el momento en que, si la historia se hubiera desarrollado en Verona o en Grecia, la tragedia habría sacudido la noche, pero en su lugar, el padre de Leyla, se calma, se resigna cuando ve la cara embobada del adolescente, se da cuenta de que mejor no armar un escándalo, aun cuando todavía le hierve la sangre. Toma conciencia de que para evitar esta aventura adolescente de su hija, debe tomar otra postura.]



A ver, entrá, ¿qué hacés ahí? Subí que tenemos que hablar. No te preocupes por no hacer ruido, igual la madre de Leyla duerme como un tronco ¡No sabés cómo duerme! No tenés idea la manera en que ronca! Me parece que tenés que llamar a tu casa. Avisá que no vas a volver ahora, ya es tarde como para que andes dando vueltas. Bueno, entonces quedate a dormir acá en el comedor. ¿está clarito? ¿Le pusiste una cadena a la bici? Te repito, no sea cosa que no me hayas entendido: en el co me dor vas a quedarte. Y Leyla, con vos hablo mañana. Ahora todos a dormir, que no sé ustedes, pero yo me levanto temprano para ir a trabajar.


[Final: Robert y Leyla, tal como astutamente previó el padre, se pelearán por el mero desgaste que impone el tiempo a las relaciones tan jóvenes, tan juveniles.
Leyla más tarde, se casará con un miembro de la comunidad, tendrá cuatro hijos y se pondrá gorda como su madre.
Leyla dormirá tan profundo, que su marido nunca podrá despertarla en medio de la noche.
Jamás.]



Ricardo Czikk, 2014.
Texto elaborado en los talleres de Siempre de Viaje a partir del Club de Lectura.

sábado, 23 de agosto de 2014

Paplo Keyes - PiP: Minuto Ruptura

La número 5

Nos vamos a cruzar por la calle
y al vernos ya no vamos a decir:
Hola!” nunca más.
Esto es para decirte mi último “Hola”
Después, listo: que venga
la última ola, que acabe con toda la vida
de este edificio junto al río.
Una vez te dije:
Parece que estuviéramos junto al mar.
Cerrá los ojos, el río se convierte en mar.
La avenida, en arena.
El empedrado se parece a una costa rocosa.”
Y vos me dijiste que no
No me parece”
No me lo imagino”
Y en esa diferencia de pareceres
la distancia apareció
como una pared que nos caía del cielo
o nos crecía desde el piso.
Y una vez me dijiste vos:
Qué lástima que no sea todo matemática…
las personas, el lenguaje…”
Y yo sentí esas palabras
como vidrio roto bajo los pies.
Lo que siguió, con más razón,
vos no te lo podías imaginar,
no tenías la imaginación.
Pero tampoco pudiste “calcularlo” “cuantificarlo”
Y así, “inimaginaste”
una infinita sucesión de hechos
a los que tu mente numeraria
de licenciada “en números”
debió haber dado lugar, si fuese
calculadora” de verdad.
No te preocupes, solo voy a convertirlos
en “material literario”
No es posible que “calcule” “cuantifique”
el daño…
Tiempo, dinero, intereses
son abstracciones demasiado grandes.
Yo veo una zapatilla sin su par,
sola, tirada, triste, y enseguida la convierto
en una causa mía.
Me enamoro de las causas perdidas.
Por lo demás, para mí el número
es siempre adjetivo, necesita
un sustantivo que lo sujete.
Vos, por ejemplo, de mis rupturas

sos “la número 5”.

Pablo Keyes, 2014.
Lewis Baltz

viernes, 22 de agosto de 2014

Sofía Ciravegna: Minuto Ruptura

Pudo ser
vivir dormido abrazado a mis piernas
entrelazados
imantados
mientras por lo bajo la noche sonaba
pink floyd
pudimos ser
de mil formas
sin ropa
ensamblados
en la música
en la oscuridad
viajar por el mundo
soñando
como niños
con nuestras manos pegadas

pude ser al lado tuyo
y vos al lado mío
en una cama que se agigantaba para transformarnos



Pudimos
con los días
desprender
despertar
sin el otro
inhalar
sin
otra vez
otro olor
otro
perfume
piel
sin
pudimos
escarparnos
diferentes
distantes
desconocidos
con el silencio
nos evaporamos

Sofia Ciravegna, 2014.
Proyecto Invierno Pasional: Edición Ruptura.

Diane Arbus



jueves, 21 de agosto de 2014

Cactus, de Julián Gomez



____________________________________________Cactus

Podría estar solo
podría vivir sin nadie
me las arreglaría
no habría pelas que molesten
no habría amor que duela
no habría nadie que me preocupe
estaría relajado
estaría muy tranquilo
podría pensar
pensaría tranquilo
sin ruido
sin cosas que distraigan
Esperaría…
esperaría a las cosas
esperaría por el agua
esperaría por el viento
esperaría a ver qué pasa
sería muy aburrido para algunos
sería la gloria para otros
yo lo desearía
por muy aburrido que sea
tendría la paz
tendría la tranquilidad
            solo                  estar
Solo                                          esperar
solo                    pensar

Solo 



Julián Gomez, 2014.
Texto producido en el taller Corazón Delator de Siempre de Viaje.
CORAZÓN DELATOR
La propuesta de Siempre de Viaje para los adolescentes
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
Coordinación: Nicolás Pazos
Dirección General: Karina Macció
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 // 11 21 88 69 09





miércoles, 20 de agosto de 2014

Club de Lectura - Felisberto Hernández


Este mes Felisberto Hernández en el club de Lectura


Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos. No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de la conciencia. Esto me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podría tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debe esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento; sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada.

Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda.

Explicación falsa de mis Cuentos, Fellisberto Hernández




Reservá tu boleto, viajá con el Club de Lectura, hay un horario pensado para vos.




Coordinación: Cecilia Maugeri, Virginia Janza, Eugenia Coiro y Karina Macció.
Dirección General: Karina Macció
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
fbk: siempredeviajeliteratura
@siempre_deviaje

Tel.: 4867-5964 

martes, 19 de agosto de 2014

Soneto - Juan Manuel Garcia Bellande

SONETO


En aquella mañana caminaba
hacia el colectivo me dirigí
y en el ochenta y cuatro subí
vi como el parque se dejaba

repleto el fondo del bus estaba
pero un hombre de largo cuello vi
por zapatos pisados gritos oí
que con una silla libre terminaba


la cinta su sombrero no poseía
claramente remplazado había sido
con un cordón trenzado se lucia

dos horas habían transcurrido
hablando en la estación lo oía
algo de sastre y botón subido




Juan Manuel Garcia Bellande

Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje a partir de una consigna basada en el libro "Ejercicios de Estilo" de Raymond Queneau.



Horacio Coppola



viernes, 15 de agosto de 2014

Leandro Pena Voogt - PiP: Edición Ruptura

Mensaje de Texto

Aterrizaste de noche,
de repente
atravesando la puerta
de mis adormecidos sueños de a dos.

Tus brazos de pielanamorena
abrigaron mis tiesas alas
aún congeladas.

La noche se hizo intensa y cálida
junto a la música de tu cuerpo gimiéndose
en el hangar de lino.

Tu nombre se hizo recuerdo
en la arena del desierto.

Y desperté
y sentí frío anoche
y supe que ya habías partido
casi sin saberlo
casi sin conocerte.


Leandro Pena Voogt, 2014.  
Proyecto Invierno Pasional. Edición Ruptura.
Crystal Morey

miércoles, 13 de agosto de 2014

Daniel Cáseres - PiP: Edición Ruptura

Linus Lohoff



Tu lejanía es un eclipse total de Dios 
de cualquier dios 
que pudiera bendecir mi sombra 

Es una hamaca vacía 
esperando 
y esperando… 

En cada ser que no sos vos se agolpa un silencio
una trama inconclusa que extravía verbos esenciales 
decisivos 
macabra soledad es extrañar tu alma en mi cuerpo 
la posesión del amor itinerante 
que se concreta recién 
en el beso siguiente

en el próximo abrazo 
que no llega 

en la lágrima esperada 
que no cae



Daniel Cáseres, 2014.
Para Proyecto Invierno Pasional. Edición Ruptura.





lunes, 11 de agosto de 2014

My Monster´s Wardrobe - Sarah



ENGLISH CORNER
El espacio en inglés para los chicos en Siempre de Viaje
Lugar: Guarida Literaria de Siempre de Viaje
Coordinación: Gabriela Tavolara
Dirección General: Karina Macció
www.siempredeviaje.com.ar
www.siempredeviajepoesia.blogspot.com.ar
@siempre_deviaje
Tel.: 4867-5964 // 15 36 82 46 25

sábado, 9 de agosto de 2014

Martín Po - PiP: Edicíón Ruptura

El espejo que antes
ahora
caleidoscopio.

y si me mirono veo
mis ojos
quedaron viejos
colores
y formas
texturas
mutan nuevas
no
es
el espejo
lo que estalla
lo que estallan son los ojos
estalla
la cuerda horizontal
atada en un costado
vibrando en el vacioenorme
viviendo conmigo
me acerco latigazo
que rompe el espejo
que rompe que estalla
que estalla en la cara
en la caray duele
se abre adentro un ojodespiertanuevo
entre los ríos de espejos
él y yo soy
somos
ahora
caleidoscopio.




Martín Po, 2014.
Para Proyecto Invierno Pasional. Edición Ruptura.

Kai Fagerstrom

miércoles, 6 de agosto de 2014

La Desplazada - Debi Hadges

La plaza es un lugar descolocado entre muchos edificios. Como un pozo, si uno estuviera caminando (niño llega) con pasos de gigante por encima de la ciudad. Un vacío de todo lo demás. Todos quieren tener una plaza cerca. Un banquito para sentarse y charlar (niño mira). Caminitos por donde gotear el helado, hamacas. El encierro del departamento. Se deben aburrir (niño se va). Se deben aburrir tremendamente en sus microambientes de centro porteño. Y vienen, (niño llega) como si por caminar por la plaza y tomar un mate en el parque la vida fuera más bella (niño mira).
El tiempo de la plaza es otro. Tiene horas pico (niño llega), otras no (niño mira). Una chica rubia corre todas las mañanas con las mismas zapatillas fucsias. Corre (niño se va) mucho. Cuanto más corre, más grande es su sonrisa, (niño mira) más amplia la transpiración de su remera. Seguro si tuviera más tiempo, vendría más a correr (niño se va). No la entiendo. (niño llega) Todos los días el mismo movimiento desesperado para volver a su casa, sucia y transpirada, (niño mira) y al día siguiente hacer lo mismo, (niño mira) (niño se va) y al día siguiente, (niño llega) y el otro. No me quejo, por su ropa sé que cambian los días. Por sus vueltas gira la plaza (niño mira) como una calesita inmensa. Raramente miro (niño mira) para arriba. Acostada, mi visión está al ras del piso (niño se va). A veces juego a adivinar qué remera tiene, y me obligo a no mirar hasta que haya dado (niño llega) más de 15 vueltas a la plaza. Ella (niño mira) no me mira nunca. A veces gira corriendo hacia un lado (niño llega), a veces hacia el otro (niño se va). De muchos edificios salen personas para venir a la plaza. (niño llega) No me molestan, (niño mira) nunca quieren el arenero. Se contentan con tener una plaza cerca, (niño llega) un rectángulo verde para dar (niño mira) vueltas, como la tierra, (niño llega) como el sol. (niño mira) (niño mira)


Debi Hadges, La Desplazada.

Presentación: 7 de agosto 20h en El Quetzal - Guatemala 4516
+ nueva edición del Proyecto Invierno Pasional: Ruptura

Shaun Kardinal

Marcela Manuel - PiP: Edición Ruptura

NO
NO
NO
NO
NO


Te digo que no
no quiero

tus melosas palabras
tus llamadas constantes
tu perfume en mi almohada

Te digo que no
no quiero

que me digas de nuevo
que sin mí ya no existís


No
No
No
No
No
Basta
Adios
          Adieux
                      Good Bye
                                      Adio
                                            Aufidensem
Curtite





Marcela F. Manuel, 2014
Proyecto Invierno Pasional. Edición: Ruptura

Stephen Shore