Siempre de Viaje - Taller de escritura y lectura, edición de libros-objeto y pliegos artesanales, lecturas de poesía, producción de eventos culturales.
domingo, 30 de octubre de 2016
Cuánto valgo * Mariana Avendaño
Cuánto valgo. Esos anteojos de sol que perdiste. Una mañana en silencio. El anillo con piedras que nadie usa. Jazmines en un momento inesperado. La lluvia apagando el fuego desarmándose en mi cara. Que el corazón sane.
Cuánto valgo. Vender una, dos, tres tortas.
Sacar plata del cajero. Comprar lo que me gusta. Tomar una tarde para elegir ropa. Un billete nuevo de quinientos pesos. Pintar los muebles color turquesa. Estar en mi patio. Que cocines y me esperes con la cena.
Cuánto valgo. Tu silencio. Gritarte. Romper huevos contra la pared del baño. La indiferencia. Mi insomnio. Despertarme a la noche con pesadillas. Que esa vez sí estés. Tu abrazo. Mis enojos. Que me escondas.
Cuánto valgo. Tomar mates sola. Escribir antes de acostarme. La mirada de mi gata blanca. Tu registro. Que apagues el celular y te quedes a dormir.
Cuánto valgo. Esa pregunta.
Esa incertidumbre.
Cuánto valgo.
Mariana Avendaño, 2016.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje a partir de la lectura de Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes.
viernes, 28 de octubre de 2016
Minuto Escena * Andrea Larrieu
Siempre me decía:
Sí cariño, al increparle porque dejaba sus calzoncillos tirados en el baño.
Bueno amor, cuando me quejaba porque su taza dormía sucia en la pileta.
Entendido bichito, ante mi reacción porque no me acompañaba a ver a mamá.
Querida, tenés razón, si pretendía salir en lugar de limpiar la casa que era un desastre.
Es verdad vida, cuando enfurecía porque no le había pedido aumento al jefe.
Jamás me dijo que le molestaba mi forma de ser, mis ataques cuando hacía las cosas mal, (que era la mayor parte del tiempo).
Bichito, amor, cariño, mi vida, solo se pronuncian si se ama.
Entonces,
¿por qué llego a casa y encuentro el placar abierto, vacío, gritándome su abandono?
No te aguanto más, me voy. ¿Te parece que es un argumento? ¿y esta forma tan cobarde de decírmelo?
Le faltó ponerme “histérica”. Ni a eso se animó, por algo le decía que era un gallina.
Mirá, no la firmó. Ni en la nota pudo esforzarse por hacer las cosas bien.
Hasta para dejarme es un inútil.
¿Te das cuenta? Se fue, no lo puedo creer.
Andrea Larrieu, 2016.
Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje a partir de la lectura de Roland Barthes.
jueves, 27 de octubre de 2016
Minuto Escena * Belén Coluccio
Me quedo acá en el medio del páramo,
viéndote alejar en tu caballo.
Alrededor pastizal.
Seco, amarillo.
Las únicas flores
son las de mi falda.
Entiendo que tu tiempo está hecho de arena, como los relojes. El mío, en cambio, del vaivén del
pasto.
La tranquera está cerrada pero, a través de ella,
el viento mete tu desierto en mi campo abierto.
No, no lloro.
Sólo estoy dejando que se me forme un médano en cada ojo.
Mientras, recuerdo que anteanoche te quitaste la ropa y no eras negro, sino azul.
Yo era blanca, me confundía con las sabanas y también fui roja por dentro, carmín.
No, no lloro.
Esta lágrima que ves es el agua de un oasis que estamos alucinando.
Belén Coluccio, 2016.
Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje para Minuto Escena.
Minuto Escena * Axel Levin
–Che, me clavaste el visto…
–¿Cómo?
–Sabés que no está bueno, dale.
–No te clavé el visto. Siempre con lo mismo.
–¿Qué no me clavaste el visto?
–De verdad es increíble esto…
–Fijate, 16:32 te escribí, tilde tilde azul, y son las 20:00.
–Tu planteíto. Tu planteíto no se puede creer.
–Vos no se puede creer. Es cualquiera. Imaginate si yo también empiezo.
–¡Hacé lo que quieras! Simplemente terminé una conversación, sino es infinito. ¿Todo el día querés que estemos hablando?
–Pará, pará un poco. Solo te estoy diciendo una cosa. Basta de exagerar.
–¿Basta de exagerar? Bue, chau, hablamos en otro momento.
–¿Qué, me vas a clavar el visto de vuelta, eh?
Axel Levin, 2016.
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje para Minuto escena, discursos de amor.
martes, 25 de octubre de 2016
Querido Juan * Juanpi Ortigosa
Querido Juan,
¿Un pefume? ¿En serio? Estamos en el siglo XXI, podrías haber sido un poco más original. La semana pasada me mandaste flores y bombones, ¿Qué pasó? ¿Te viste una maratón de Anne Hathaway y quedaste hecha una nenita? Ya no puedo soportarlo.
Igual aprecio mucho el gesto, es sólo que, no es suficiente. No te confundas, me gustan las cartas que me mandás. Tus poemas son tiernos, pero algo le falta a esto, no hay esa chispa que estuve buscando.
Y si, estuve, porque ya la encontré. El otro día conocí a un chico muy lindo, se llama Tomás. Estábamos en el boliche y empezó a hablarme de la vida, de cómo va ser el primer hombre en Marte, ¡y me pidió que lo acompañe! Era tan interesante que nos volvimos juntos (en su auto por cierto) y pasamos la mejor noche.
Gracias, sin vos no me habría dado cuenta de lo que en realidad estaba buscando. Quiero que sepas que te quiero mucho, como amigo. ¡Así que esto no significa que tengamos que dejar de vernos! Voy a seguir esperando tus cartas y regalos.
Con cariño, Mica.
PD: ¡Ah! El martes que viene nos vemos para que me expliques química, ¿dale?
Juanpi Ortigosa, 2016.
Texto producido en Siempre de Viaje para Minuto Escena, basado en la lectura de Fragmentos de un discurso amoroso de Roland Barthes.
domingo, 23 de octubre de 2016
Maradona * Ricardo Czikk
argentino, argentino
vea, pase, vea, barato
¿y cómo sabe de dónde
vengo? ¿cómo se dan
cuenta? políglotas de
la mercancía
pasillos bajan desde
Shjem y se pierden en Iafo
del desierto al
mediterráneo
se agazapan y vocean
mil lenguas en bandejas
doradas, alhajas
pulseras especias almendras alfombras
remeras tés canela,
vea baratito, argentino
arshentina, Maradona,
fútbol, gol, vea
ellos me quieren
comprar
a mí y no saben cuánto
odio ser argentino por
su fútbol ídolos
pies (de barro)
me apena ser
identificado
un dólar, vea, pase,
muy barato,
y sin mediar gesto
pasan al aló
alo
cheap america speak English
olha
bonito muito baratinho
me escurro entre los
pasadizos
paso de largo mientras
escucho un eco:
Videla, un dólar,
Videla
no giro mi cabeza
dos por un dólar.
Jerusalén, 1977
Ricardo Czikk.
viernes, 21 de octubre de 2016
Colores * María del Carmen Sarquis
Colores
Escucho la música
los relámpagos
la lluvia
el titilar de las
estrellas
la lejanía del sol
el movimiento de los
peces
en mi río interior
Recuerdo
la juventud vivida
cuando el tiempo
pasaba
entre danzas, poesía
El amor que iba
naciendo
entre susurros y
besos
el despertar de mi
cuerpo
con abrazos que
surgían
el sexo que
reclamaba
su erotismo con
urgencia
y mi adolescencia
asomando
con una nueva
energía
¿Dónde están hoy
los rojos, amarillos?
¿Las hojas del
árbol de la vida, los verdes?
Los busco
Los percibo
Los veo sumergidos
en el negro, violeta
de mí
en ese lago quieto,
transparente
habitado con
recuerdos de otros días
Sueño aún con esa
lejanía
con esos colores de
mis juegos
con las miradas
pícaras
las rondas
con esa niñez ya
transcurrida
¿Volverán los
tiempos musicales?
¿Lo habitarán las
mismas alegrías?
María del Carmen Sarquis, 2016.
Producido en los Talleres de Siempre de Viaje.
Mañana haré de Dios * Mariel Fini
Mañana haré de Dios y las soltaré. Revolotearán, dulces, cálidas en el sol del mediodía. Caerán una tras otra y detrás yo. Las veré irradiar como estrellas en la noche, brillarán sus cuerpos, antenas, aguijones.
Esas agujas enhebran hilos, como palabras, historias. Esas que teje un vándalo antes de cometer un crimen, aquellas recordadas en una hoguera y las que los presidiarios cuentan encerrados en su celda. Tejen, las abejas son grandes tejedoras.
Fuimos amigas de niñas, una, para movernos, para correr, para vivir. Fuimos eso fulgor acrecentado, el mismo que reproduce el polen en el pasto, la aleación de metales. Fundidas.
Lunas y soles, solsticios, eclipses, ellas aglutinadas. Yo, bella y dorada.
Radiante, al ser reflejada por la luna, me torné madre.
Al soltarlas me inundará la desdicha, mezclada de amor y odio.
Mañana haré de Dios.
Soltaré.
Mariel Fini, 2016.
Producido en los Talleres de SIempre de Viaje, a partir de la lectura de poemas de Sylvia Plath. Actividad realizada en el viaje al Festival Internacional de Poesía de Rosario.
jueves, 20 de octubre de 2016
25/10: Minuto escena * discursos de amor
Este martes 25 de octubre a las 21 nos encontramos en El Quetzal, Guatemala 4516 para leer
minuto escena / discursos de amor.
Nos inspiramos en los fragmentos de Roland Barthes y te hacemos una escena en un minuto.
Históricamente, la escena
Cuando dos sujetos disputan de acuerdo con un intercambio regulado de réplicas y con vistas a tener la "última palabra", estos dos sujetos están ya casados: La escena es para ellos el ejercicio de un derecho[...] Cada uno a su turno dice en la escena lo que quiere decir:jamás tú sin mí, y recíprocamente. Tal es el sentido de lo que se llama eufemísticamente el diálogo: no escucharse el uno al otro sino servirse en común de un principio igualitario de repartición de los bienes de la palabra.
Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes.
miércoles, 19 de octubre de 2016
Tomaste mi cuerpo * Belén Coluccio
Tomaste
mi cuerpo como un instrumento.
Afinaste
para
que se escuche un sonido íntimo.
La
música y el placer tienen eso,
se
tocan
Yo
fui delicada como un piano,
la
yema de tus dedos entró a buscar, pianista,
la
música suave
que
me habita.
¡Suena
la música!
el
pianista por un momento deja de tocar y se detiene a escuchar
¿Por
qué hay tanto silencio en tu casa, pianista?
En
tu casa cuando callan la guitarra, el saxo, el acordeón, la flauta,
las maracas, los violines, los toctoc, el violonchelo, los platillos
y la melódica…
entonces
cesa el baile y los invitados se retiran, agitando aún la
respiración.
Y
ahí sucede
se
oye! se oye!
suena
el piano
suena
el piano
suena
el piano
El
pianista toca, pero él no suena. Cabalga la música de otro cuerpo.
Es
un jinete ciego que reconoce el camino por el sentido del oído.
Belén Coluccio
martes, 18 de octubre de 2016
Lorena Suez * No hay miedo
No
hay miedo
hace
tiempo ya no hay ni siquiera frío
ya
imaginé
los
colores traslúcidos
mi
vuelo circular
la
copa de los árboles
no
hay dolor
ya
no duele casi nada aunque persista
una
línea difusa
cierta
inquietud que aún
sigue
latiendo
una
pregunta
¿me
olvidarán?
¿vendrán
a mi encuentro luego de odiarme
por
soltar la última cuerda que me tenía temblando?
es
en el vuelo
que
puedo
la
cama blanca está lista y mi siesta será buena
no
sentiré nada
excepto
dolerme
el amor
amarme
en
el fin.
Lorena
Suez, producido en el Taller sobre Sylvia Plath en el viaje al Festival Internacional de Poesía de Rosario
2016.
domingo, 16 de octubre de 2016
Tus ojos * Mariel Fini
“ABISMARSE: ataque de anonadamiento
que se apodera del sujeto amoroso
por desesperación o plenitud.”
Roland Barthes
Tus ojos
la duda
la desesperación
cubierta de rojos
naranjas
amarillos
no reconocí
en negro y blanco
tu intensidad
me ví
bañada en colores
sensaciones
atardeceres
frente al reflejo
oscuro
con el dolor
que producen las mariposas
tomadas de tu pelo
bosque
boca
intenté encontrarme
en tus pupilas
pero no
eso mío
en vos
se opacó
las ventanas de tus ojos se cierran
y yo
aún
busco
ese brillo.
Mariel Fini, 2016.
Producido en los Talleres de Siempre de Viaje a partir del Club de Lectura de Roland Barthes.
viernes, 14 de octubre de 2016
Decir todo * Belén Coluccio
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo
Decir
Decir
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible
Decir todo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo
Decir todo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible
Decir
Decir
Decir
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo lo invisible de mi cuerpo
Decir todo
Decir todo
Decir todo
Decir todo
Debajo de mi ropa hay un páramo hay un desierto una ciudad asiática mil versiones de La Biblia una curtiembre hay un galope de caballo hay mil mártires de Cristo hay un idioma antiguo hay un día festivo un martirio de San Esteban una Magdalena llorosa un estribillo un mensaje en la botella un circo de animales una pared recién pintada un cajón lleno de remedios una aguja encontrada en un pajar una jaula de oro hay un pez muriendo por la boca una tormenta de Santa Rosa un segundo nombre un niño cayendo a un pozo el atentado una baldosa floja un día como hoy
hay alguien que cuenta una historia de cuerpos invisibilizados
¿por la sociedad?
¿por la arquitectura?
¿por la ceguera?
Si digo,
¿vemos?
¿Funciona así, la sinestesia?
No puedo hablar de otro cuerpo que no sea el mio
Pero puedo encarnarlo
teatro bendición teatro
Partes de mi cuerpo invisibilizadas
Marginal de mí
Salirse de la piel
para salirse de toda forma posible
salirse de todo cuerpo posible
desdibujar toda forma
geometría desandada desbandada
inventar otra vez lo que mide
estar
antes del lenguaje
o mucho mucho después
aparecer entre lo espeso
del espacio
indiscernida
indisociada
Salirse de todo cuerpo posible
dictado
permitido
salir de la piel
para salirse de toda forma
ser lo que transpira
lo que secreta
Abrir la boca
o cerrar los ojos
o no tenerlos más
Ser periferia de mi
ser todos los otros
¿Qué tan cerca estoy del placer
de hablar
del silencio
de que duela
de la duplicación
de la diferencia
de la parte
de adentro
de la que cubre
cortar por accidente
por inconsciencia
el cuerpo en un lugar donde no pueda volver a coserse
y sólo quede seguir rompiéndolo y desarmándolo
hasta ver
morir
la simetría.
Belén Coluccio.
La incertidumbre de los signos * Roland Barthes
SIGNOS. Ya sea que quiera probar su amor o que se esfuerce por descifrar si el otro lo ama, el sujeto amoroso no tiene a su disposición ningún sistema de signos seguros.
1. Busco signos, pero ¿de qué? ¿cuál es el objeto de mi lectura? ¿Es: soy amado (no lo soy ya, lo soy todavía)? ¿Es mi futuro lo que intento leer, descifrando en lo que está inscrito el anuncio de lo que me va a ocurrir, según un procedimiento que tendería a la vez a la paleografía y a la adivinación? ¿No es más bien, en resumidas cuentas, que quedo suspendido en esa pregunta, de la que pido al rostro del otro, incansablemente, la respuesta:cuánto valgo?
2. La potencia de lo imaginario es inmediata: no busco la Imagen, me llega bruscamente. De inmediato la examino en forma retrospectiva y me pongo a hacer alternar, interminablemente, el bueno y el mal signo: "¿Qué quieren decir esas palabras tan breves: tienes toda mi estima? ¿Es posible algo más frío? ¿Es un retorno perfecto a la vieja intimidad? ¿Es una manera cortés de salir al paso de una explicación desagradable?" Como el Octavio de Stendhal, no sé nunca lo que es normal; privado (lo sé) de toda razón, quiero refugiarme, para decidir acerca de una interpretación, en el sentido común; pero el sentido común no me suministra más que evidencias contradictorias: "¡Qué quieres, no es normal a pesar de todo salir en plena noche y regresar cuatro horas después!", "Es sin embargo muy normal dar una vuelta cuando se tiene insomnio", etc. A quien quiere la verdad no se le responde nunca más que por imágenes fuertes y vivas, pero que se hacen ambiguas, flotantes, en el momento en que se intenta transformarlas en signos: como en toda adivinación el consultante amoroso debe hacer él mismo su verdad.
3. Freud a su prometida: "Lo único que me hace sufrir es estar imposibilitado de probarte mi amor." Y Gide: "Todo en su comportamiento parecía decir: puesto que no me ama nada me importa. Ahora bien, yo la amaba todavía, e incluso nunca la había amado tanto; pero probárselo me era imposible, ahí estaba, sin duda, lo más terrible."
Los signos no son pruebas porque cualquiera puede producirlos falsos o ambiguos. De ahí es volverse, paradójicamente, sobre la omnipotencia del lenguaje: puesto que nada asegura el lenguaje, tendré al lenguaje por la única y última seguridad: no creeré ya en la interpretación. De mi otro recibiré toda palabra como signo de verdad: y cuando sea yo el que hable, no pondré en duda que recibe como verdadero lo que diga. De donde se deduce la importancia de las declaraciones; quiero permanentemente arrancar al otro la fórmula de su sentimiento y le digo incesantemente por mi parte que lo amo: nada es dejado a la sugestión, a la adivinación:para que una cosas sea sabida es necesario que sea dicha; pero también, desde que es dicha, muy provisionalmente, es verdad.
Extraído de "Fragmentos de un discurso amoroso", Roland Barthes.
miércoles, 12 de octubre de 2016
Frankestein * Julia Mariotti
FRANKENSTEIN
Dying
is
an art, like everything else.
I
do it exceptionally well.
“Lady
Lazarus” Sylvia Plath
Renacer es
mi especialidad
lo
hago bien
aprendí
tengo
una vocación para renacer
como
un Frankenstein ¿aterricé?
me
duele el cuerpo de tanto renacer
esta
vez me inyectaron un líquido frío en la cabeza
se
durmió por unos instantes
para
relajar
la
mano izquierda sigue dormida
no
tiene fuerza
para
doblar el barrote
salir
sonreír
labios
rojos
cicatrices
blancas
Julia Mariotti, de Driada.
Vivo de casualidad * Juanpi Ortigosa
―Hoy sólo quiero una cosa, y sólo tú puedes dármela ―me miraba fijamente a los ojos, mientras me apuntaba a la cabeza.
―¿De qué hablás? Tranquilizate y baja el arma, no hagas algo de lo que te vayas a arrepentir ―no sabía qué decirle. Nunca me había pasado algo así con mis experimentos.
―Me escapé anoche, mientras dormías. Vi todo, vi a mis hermanos y hermanas muertos, mutilados. ¿Por qué hiciste eso?― Su mano comenzaba a temblar, si no lo calmaba iba a terminar muerto.
―Yo no hice nada, no tenés hermanos, lo que viste no es lo que crees. Es todo un producto de tu imaginación, pasás demasiado tiempo solo.
―¿Jamás dejás que nada se te escape y siga su curso normal? Mis hermanos querían vivir como yo, no merecían ser despreciados así.
―Está bien, perdoname, te ofrezco cualquier cosa, es lo que viniste a buscar, ¿no? Elegí, todo es tuyo. ―esperaba que la distracción funcionara.
―Me da igual lo que sea, ¿no te das cuenta? Nos abandonaste, nos trataste como si fuéramos nada. Vas a pagar por eso ―esta era mi oportunidad. Salté encima de él, lo agarré de las piernas y lo tiré al piso, la pistola salió volando. Quedó inmovilizado.
―Tus hermanos, como los llamás, son simples cadáveres, restos que usé para fabricarte. Sólo tuviste suerte, deberías estar como ellos ―ya tenía todo controlado, iba a encerrarlo de nuevo y, con su ADN, crear uno mejor.
―La suerte no existe, vos me enseñaste eso ―sacó su brazo de debajo de mi pierna y me pegó en la cara, derribándome. Cuando abrí los ojos estaba delante de mí, apuntándome directo a la frente.
―¿Qué vas a hacer ahora? sos una simple rata de laboratorio. No tenés futuro en este mundo ―era demasiado cobarde para disparar.
―Puede ser, pero ahora soy libre, voy a poder hacer lo que quiera. Después de todo, estoy vivo de casualidad ―y, mientras sonreía más feliz que nunca, apretó el gatillo.
Juanpi Ortigosa, 2016.
Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje a partir de la intervención del poema "Un regalo de cumpleaños" de Sylvia Plath.
lunes, 10 de octubre de 2016
Me tapé los ojos * Eugenia Coiro
Me tapé los ojos
apenas velados
para que la luz azul no entrara.
Tus palabras, en cambio, perforaban
como cuchillos de nostalgia nueva.
La voz sedosa
con arrullo quebrado
decía un poema que me sumergía
llenaba mis ojos por dentro
desde el estómago.
Agua
pero no era límpida
transparente
con algunas partículas lentas
flotantes
subiendo
brillos
tal vez pelusas.
Diminutos mundos imperfectos.
Hablabas de algo
parecía algo simple
no sé, creo que era un termotanque.
El agua caliente sobre un cuerpo desnudo.
Un cuerpo real,
imperfecto como un mundo.
Después nombraste
la ausencia
la pérdida
la huella de algún dedo rosando un objeto.
El olor de una mano sobre un libro.
Mis ojos los dejé tapados
oscurecidos.
El corazón
irremediable
tocado.
Eugenia Coiro, 2016.
Durante el viaje al Festival Internacional de Poesía de Rosario.
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