martes, 25 de febrero de 2020

Cuando ya no supe * Sofía Brunetto




Cuando ya no supe
qué hacer
para que me vieras
me volví ave macho
de plumas espejadas
en mi cola hembra
hice tanta
fuerza con los ojos que me salió
una
y otra pluma y
se reprodujeron
una por una
como eslabones
naturales de abanico
verde azulado
puntas coronadas por
manchas ojivales
de terciopelo azul
una obra
de arte modernista en la cola
me volví
ave macho
de plumas labradas
en mi cola femenina
hice tanta
fuerza con los ojos
que se me estiró el cuerpo como un
palo de crocket
blandito y frío
los cachetes se me aplastaron y me brotó
un pico
se me entornaron
los ojos a los costados y
se rasgaron
negros delineados como una
geisha macho
me creció una corona de pétalos oscuros en mi cabecita de nuez
reina
o rey
me volví
Real
y nunca regresé
a mi forma original
deslicé
mis plumas en el aire
como un hechizo
de colores fríos
hasta que
por fin
tus ojos
se detuvieron en mí
y te cortejé
con mi danza ambigua
ahora soy
el ave exótica de tu jardín oriental
cruzo
el puente de madera de bambú
con mis patitas
delicadamente
desproporcionadas
bebo agua entre nenúfares
si camuflo
mi cola entre las plantas y se nota
apenas
algún resto
de piel humana
entonces parezco
una pintura simbolista
puedo
gritar
noche y día sin parar
alzada
sobre las piedras
horadadas y perfectas
en el borde del estanque
mi gritito
lo oyen hasta los peces
naranjas metalizados
que se devoran a sus hijos
no puse
huevos aún
mi sexo no
se ha definido
aunque por fin
me viste las plumas soy
un adorno animal
que asoma de tu bolsillo
un broche
de oro art decó
no escuchás
mi grito atonal
no me escuchás cuando río
cuando gimo cuando lloro
cuando chillo
ahora soy
Real
pero no realista
reina
y rey
y a falta de vos
recibo a otros
visitantes al cortejo
¡Bienvenidos!





Sofía Brunetto, 2019.



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lunes, 24 de febrero de 2020

Poemás índices * Patricia Casar


Ray Bradbury, Fahrenheit 451

Era estupendo quemar
la criba y la arena
fuego vivo.

**********

Milan Kundera, La insoportable levedad del ser

La levedad y el peso
el cuerpo y el alma
palabras incomprendidas
el alma y el cuerpo
la levedad y el peso
la Gran Marcha
la sonrisa de Karenin

*********



Félix Luna, Confluencias

Explico:
la gente
las voces
la religión
Las instituciones,
concluyo.

**********



Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina

Fiebre del oro, fiebre de plata
el signo de la cruz en las empuñaduras de las espadas
retornaban los dioses con las armas secretas
como unos puercos hambrientos ansían el oro
esplendores del Potosí: el ciclo de la plata


Fiebre del oro,
fiebre de plata
el signo de la cruz
en las empuñaduras
de las espadas
retornaban los dioses
con las armas
secretas
como unos puercos
hambrientos
ansían
el oro
Esplendores del Potosí
el ciclo de la plata.

**********

José Martí, Poesía completa

I
Siempre que hundo la mente en libros graves
por Dios que cansa!
la selva es honda
lluvia de junio
todo soy canas ya
entre los hombres
qué susto! qué temor!

II
Copa con alas
árbol de mi alma
luz de luna
flor de hielo
con letra de astros
mis versos van revueltos y encendidos
Poética.




Patricia Casar, 2020. 
Poemas índices a partir de consigna del taller Oulipo.





viernes, 21 de febrero de 2020

A riesgo de ser carnal * Sábados de taller



A riesgo de ser carnallo íntimo y la poesía

por Nicolás Alonso

La poesía descree de las mediaciones que se interponen entre lo íntimo y las formas de expresarlo. Hay un riesgo latente ahí. Cierta creencia en una exposición irreparable que por todos los medios debemos guarecer. Como si hubiese en nosotros un “secreto” que, de ser develado, pondría en riesgo aquello que somos. Y ahí, en ese preciso punto de fuga, radica la paradoja de la poesía.

Buscamos formas de expresar ese “secreto” que nos permitan sostener aquello que “somos”, pero en ese gesto, lo único que logramos es abrir una brecha en nosotros. La poesía, en ese sentido, es una Caja de Pandora. Cubrimos nuestro cuerpo de palabras y en las formas de ese cubrir, paradójicamente, nos des-cubrimos. Con el tiempo nos damos cuenta que esa “verdad” que con tanto empeño se disimula por medio de metáforas, imágenes, narradores omniscientes, terceras personas, infinitivos, no es más que una ficción: somos una narración más.

La poesía quizá sea, entonces, la forma más profundamente erótica que asume la palabra. Juega con su propia desnudez “El erotismo deja entrever el reverso de una fachada cuya apariencia correcta nunca es desmentida; en ese reverso se revelan sentimientos, partes del cuerpo y maneras de ser que comúnmente nos da vergüenza”, dice Bataille e ilumina ese juego que en la palabra muestra y luego oculta, para volver a mostrar más allá. 

Partimos de esta verdad: yo es otro (la caricia no sabe lo que busca). 

Esa otredad, ese no-saber, está en la esencia de lo que en la poesía mueve. Es la desnudez, real y metafórica, a la que prendemos acercarnos. ¿A qué clase de exposición nos arriesgamos en la pura desnudez del poema? ¿Qué secreto ocultamos? ¿Qué nos dice la poesía a cerca de ese secreto? ¿Cómo lo oculta, lo disimula, lo vela, lo cobija, lo protege? ¿Y si en el camino la poesía nos enseña que no hay nada que proteger? ¿Que no hay ningún fondo en nosotros más que el erotismo de las palabras atrayéndose y repeliéndose como pequeños átomos originarios? Hacia ahí vamos.



Coordina: Nicolás Alonso
Dirección: Karina Macció
info@siempredeviaje.com.ar







jueves, 20 de febrero de 2020

Mi casa en calma taciturna * María Victoria Verzura




Mi casa en una calma taciturna y silenciosa
se apodera de mi atención
aprovechando la efímera ausencia
me siento un rato a solas
deteniendo el aire
escribo para hablar de algo 
que aún desconozco
pero que desea volar




María Victoria Verzura, 2019.



Aaron Schuman

miércoles, 19 de febrero de 2020

recorrer lo ausente * Carina Szwec






recorrer lo ausentepor su forma recta
atravesar el papel
o decorarlo
sueño del habla
y lector desesperado
en la búsqueda del punto prófugo
¿cuántas partes pensó el creador de las vocales?
hay una 
que parte todo en dos
separa y une
rey de las palabras 
gala del espamento sonoro
¿por qué no te puedo nombrar?
se me traba la lengua 
la muerdo
temor de caer en la trampa del juego
anhelo de usarte en todo 
las manos te contornean en la pared 
en esta reserva muda 
en alguna hora
en alguna palabra
vas a aparecer
y serás 
mi derrota



Carina Szwec, 2020.
Texto elaborado en el taller OuLiPo a partir de la consigna: lipograma en i.



Dan Gerber

domingo, 16 de febrero de 2020

Yendo a casa * Carla Capozucca





Yendo a casa son estas las corazonadas sutiles que me rasgan en partes, fusionan una en la periferia. Soy planicie dura, superficie roma. Lo que marca la calma me hambrea de oscuridad, se ata, gime y me abraza, dócil, de frente:

¿Soy esa
o soy la misma?






Carla Capozucca, 2020.
Texto elaborado en el taller OuLiPo. Ejercicio: poesía antonímica a partir de poema propio, sejeto a una cadena de resticciones.



viernes, 14 de febrero de 2020

Lipograma * Mari Cambareri




Hoy cometo una falta leve
poner en azul
carente de forma
la voz
dejar plasmada
la osatura de lo hecho
desde el hueco vocal
de la palabra.


Busco un reemplazo
para ese manojo de trazos
acabados en punto
dejo huellas de la falta
porque no sé ocultar
lo que me abandona.



Mari Cambareri, 2020.
Texto elaborado en el taller OuLiPo a partir de la consigna: entrada de diario con lipograma en i.






miércoles, 12 de febrero de 2020

¿Estás leyendo este poema * Carla Capozucca




¿Estás leyendo este poema
con una mano hermosa
dispuesta
arrugada
sostenés esta hoja
y con la otra peinas
tu pelo claro
corto
finito
pelusa?

¿Estás 
leyendo
este 
poema?
parecería 
porque
tu uña almendra
sigue despacio estas líneas
tenés la mirada 
verde concentrada
tus ojos bailan 
de letra en letra
pero yo veo
a veces
la nube que los atraviesa
un poco te vas 
de ahí 
de todo
a tu mundo frágil

¿Estás 
leyendo?
asentís
pero sé
que alguna palabra
difícil
se pierde 
se enreda y cae
de tu madeja de vocablos

¿Estás?
mano que acaricia la hoja en rectas
tu mano dice
este poema
que estoy leyendo
es para mí
que
de alguna forma
estás
poema





Carla Capozucca, 2019.



Lynn Bianchi

lunes, 10 de febrero de 2020

viernes, 7 de febrero de 2020

Tic * Lorena Di Scala




Verde platinado
blanco esponjoso
va y viene
va y vuelve
amarillo rasposo
blanco nacarado
te raspa te pica
te roza te tiñe
en el medio, el rosa
el blanco y el negro
cueros brillantes
l u s t r o s o s
atraídos por el sol
arriba 
el cielo
gelatina de nubes
 indivisibles
ida y vuelta
el tiempo estático
tic tac
el ruido constante
te adormece para cazarte
tic tac
tic tac
no te acerques
corrés peligro
el peligro de sentir más que estando vivo
tic tac
tic toc
movimiento envolvente
corriente atrayente
la hipnosis más perfecta
el sueño más profundo
flotar
tic tac
la sal flotar
tic tac
caer
sin golpearse
hundirse
sin respirar
fusión con el mundo secreto

tic tac
t i c  t a c
t  i  c  t  a  c
t   i   c   t   a   c
t    i    c     t    a    c 

llegó la hora
 de ser mar.






Lorena Di Scala, 2018.



Ernie Button




miércoles, 5 de febrero de 2020

No es tocarlo, es tocarlas * Karina Macció





No es tocarlo, es tocarlas
esponjosas, suavecitas, planicies redondeadas
tan cerca no podés ver
su elevación
gemelas dialogan en un movimiento redondo
brincan, que es su manera
de sonreír
nunca sería tocarlo si es dos partes y son tan ellas
tan montañas y laderas
tan nubosas y juntas que se rozan, se acarician, lo pasan exquisito 
deslizarse en su medio es aventura intrépida
el corazón de las tinieblas no es tal
es más oscuro, más salvaje y a la vez
más pulpa de nube
más emoción de vuelo o caída
porque al fin y al cabo
la inmersión en las sombras del cuerpo
siempre es un acto de arrojo 
que halla tesoro
en el enjambre del temblar. 




Para Cuerpos Poéticos, km. 2019.



W Zurborn



domingo, 2 de febrero de 2020

Rayos de fuego por la mañana * Brenda Secco



Rayos de fuego por la mañana

ver
una sonrisa 
al despertar

saber

todo 
es ilusión         
potencial 
desilusión

no hay realidad

puedo 

crear, descreer
encerrarme en una verdad

cierto!
nos guía la incertidumbre

diagramar una felicidad
¿ para qué más ?

no hay mundo

cubo mágico
o aurora boreal

victimas y dueños
de nuestra inmensa 
libertad

esa

única
puerta al sol

alumbra algo
que quizás
nunca existió

y aún así    

elegir
permanecer

en
éste

efímero tiempo 
lapso fugaz
despedazada posibilidad
entre dos 

inexistencias





Brenda Secco, 2019.


Robert Adams