"solo hay que escuchar...
(las voces
nos rodean
piden a gritos)
es un silencio
subliminal
-querés decir que-
solo hay que escuchar...
y observar esos ojos
(libidinosos)
antes de entrar
¿de quién son?
su lengua afilada
endulza,
te abraza,
te arroja es
marea, y engaña
momento sin desilusiones"
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