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TODO EL TIEMPO
estoy escribiéndote.
Creando diferentes diálogos.
Me miro y soy una sumatoria de aves circunflejas.
Pequeños dioses en procesión
saliendo de mí para vos
tocándote una y otra vez.
Siempre. Como una lluvia de sonidos.
Y cuando caigo sobre vos
sabés que es porque necesito unirme a tu misterio de silencio que absorbe.
A ese torbellino incandescente
que vive en el secreto de tus sí y de tus no.
Eso te gusta.
¿Dale que yo era el príncipe que te salvaba?
¿Dale que yo tenía todas las respuestas que necesitabas para ser feliz?
Vos me mirás con ternura.
Me dejás creer que puedo apagar todos tus miedos.
En realidad sabés que necesito tu voz diciéndome que me amás
tanto y tan fuerte
que alcance para llenar todos los rincones de mi ingenuo ser de varón.
Las palabras son mías.
La vitalidad es mía.
Las respuestas vienen de vos.
Hoy seguís desmantelando el príncipe, que cada tanto reaparece
-insoportable-
y vas haciendo de mí
simplemente
un hombre para amar.
Hombre nuevo y mujer enamorada.
Carne
renacida del corazón.
Daniel Cáseres, 2013.
¡Sumate vos también al PROYECTO INVIERNO PASIONAL!
Envianos tu poema de amor y
pasemos este invierno enamorados.
Contacto: eugenia@viajeraeditorial.com.ar
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