miércoles, 30 de octubre de 2013

El cuidador de rebaños, de Alberto Caeiro y una propuesta de escritura


Sheep with Shepherd. Willem Steelink.


El cuidador de Rebaños 
(fragmento)

Yo nunca cuidé rebaños, 
pero es como si los cuidase. 
Mi alma es como un pastor, 
conoce el viento y el sol 
y anda de la mano de las Estaciones 
siguiendo y mirando. 
Toda la paz de la Naturaleza sin gente 
viene a sentarse a mi lado. 
Pero quedo triste como una puesta de sol 
para nuestra imaginación, 
cuando enfría en el fondo de la planicie 
y se siente la noche entrada 
como una mariposa por la ventana. 

(…)

No tengo ambiciones ni deseos 
ser poeta no es una ambición mía 
es mi manera de estar solo. 

Y si deseo a veces 
por imaginar, ser corderito 
(O ser el rebaño todo 
para andar esparcido por toda la vertiente 
siendo mucha cosa feliz al mismo tiempo), 

Es sólo porque siento lo que escribo a la puesta del sol, 
o cuando una nube pasa la mano por encima de la luz 
y corre un silencio por la hierba fuera. 

Cuando me siento a escribir versos 
o, paseando por los caminos o por los atajos, 
escribo versos en un papel que está en mi pensamiento, 
siento un cayado en las manos 
y veo un recorte de mí 
en la cima de una colina, 
mirando para mi rebaño y viendo mis ideas, 
o mirando para mis ideas y viendo mi rebaño, 
y sonriendo vagamente como quien no comprende lo que se dice 
y quiere fingir que comprende. 

Saludo a todos los que me lean, 
sacándoles el sombrero largo 
cuando me ven a mi puerta 
mal la diligencia levanta en la cima de una colina. 
Los saludo y les deseo sol, 
y lluvia, cuando la lluvia es precisa, 
y que sus casas tengan 
al pie de una ventana abierta 
una silla predilecta 
donde se sienten, leyendo mis versos. 
Y al leer mis versos piensen 
que soy cualquier cosa natural — 
por ejemplo, el árbol antiguo 
a la sombra de cual cuando niños 
se sentaban con un baque, cansados de jugar, 
y limpiaban el sudor de la cabeza caliente 
con la manga del delantal rasgado.

Alberto Caeiro, heterónimo de Fernando Pessoa



¡A escribir! 
Alberto Caeiro fue el maestro de otros heterónimos de Pessoa: Ricardo Reis, Álvaro de Campos y hasta él mismo. Sólo tenía estudios primarios y pasó la mayor parte de su vida en el campo. Sus poemas le cantan a la Naturaleza y rechazan la Metafísica. Sigue una estética “Sensacionista”, que privilegia percepción a través de los sentidos frente al uso de la razón y el pensamiento. A partir del poema leído, escribí un texto que transmita la sensación de estar en medio de la naturaleza, a través de los sentidos.



CLUB DE LECTURA
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