vuelvo a encontrarme, una vez más,
rendida de mirarte reconociéndote
pero hoy estás distinto,
será el octubre que pasó o seré yo,
que a tu cuerpo blanco y puro, casi irreal,
lo pinté de colores y recuerdos que alguna vez me hiciste soñar
como esa época en la que me sonreían tus ojos
y me acariciaban tus pestañas
que luego fue de sonrisas gastadas y noches silenciosas,
desnudas de desnudez
volviéndonos parte, y casi creyéndonos que lo hacíamos sin querer,
de la cárcel cotidiana,
de la misma que aquella noche soñamos
que algún día podríamos escapar
Texto producido en los talleres de Siempre de Viaje
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