Está parada frente
al espejo del baño más pequeño de la casa. Apoya su vientre sobre
el lavatorio, cae sobre él con los brazos en la cabeza, al tiempo
que anuda sin lógica unos pelos caprichosos, desnutridos.
Pálida y ojerosa
por el sueño entrecortado, se mira más allá del espejo.
Una molestia
punzante en el dedo medio del pie izquierdo. Un sobresalto. Los dedos
teclean en las sandalias como para alejar las feas sensaciones.
Mordida profunda,
más bien el picor de una mordida o su imagen mental: No hay sangre
ni tiempo de comprobarlo.
Abstraída, aún
apoyada en el lavatorio, ella continúa inmóvil. Mueve los dedos y
los brazos, pero no cambia de sitio. Está como estacada en su dolor.
La mordida de un
bicho. Bicho mordaz que vino a espantar el pensamiento. Salió de su
mente y le hizo el favor de irse por la rejilla del baño. Para
traerla de vuelta a sus horas, a su letargo, a su duelo.
Lorena Suez, 2014.
PiP: Edición Ruptura.
Matthew Woodson |
No hay comentarios:
Publicar un comentario