Apenas nuestro fuego
Apenas fue la lumbre. La duda de un candil.
El atizador junto a la chimenea, una nostalgia infinita de madera ardiente. Olor a hogar de piedra y lana.
La oscuridad meció un torrente de luciérnagas. Mínimas ascuas labradas de esplendor despótico, reflejo de sus vuelos sobre desamparados muros. Chispazos ascendientes, maliciosamente articulados.
Incendio.
Fue rojo el fuego matizado en azul, violáceos y amarillos, donde bailaron agónicas siluetas de hambre, de apetito de leños. Todo lo devoró: la historia nuestra escrita con puntos suspensivos.
Y el viento, aire voraz se antojó sedicioso, se hizo hoguera en ese cataclismo de rosas.
Fue sencillamente polvo. Arenilla mezquina socavando los ojos. Palabras abrasadas al fondo del infierno.
Nuestras miserias, una a una, teatrales muñecos de una falla de marzo.
Absolutamente FUEGO.
Todo
CENIZAS
Alicia Álvarez, 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario