Jadeo, me esfuerzo y lucho.
Mas mi lucha siempre es
contra
molinos de viento.
Voy creándolos, los invento,
imaginación
desbocada, sentimientos vociferantes o silenciosugerentes
lucho con
ellos
derrotas y victorias
sucesivas
que no constituyen
siquiera una batalla.
Si no son nada
Ni existen casi
Y mi ser
se agobia en este esfuerzo inexistente
de luchar
contra enemigos ideales.
¿alguna vez
libraré la verdadera batalla? Quiero decir, la que cansa, la que
duele, en la que se pierde y se gana sangre,
la que rompe
la que humilla
donde hay heridos
y prisioneros
o prisionera
Y
en ese día,
mi brazo, ¿no se habrá agotado ya
de dar uno
y mil golpes al vacío?
Eduardo Adrogué, 2016.
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