jueves, 9 de marzo de 2017

Velorio * Nicolás Sergi




Velo cuando soy el muerto
río cuando no lo soy
hoy me toca velorio
todo junto.

El ataúd
parecía distante
se acercó
o me acerqué
da igual
montaña o mahoma
estoy acá
como un muerto
pero parado
al lado
de un ataúd
cama pomposa de una plaza
con barreras para que no pase lo inevitable: 

 C
 A
 E
 R

pero ya es tarde
ya caímos
y no hay flores que nos hagan sonreír.

Velorio
hoy me tocan las dos

Pienso entonces
y no entiendo
qué hago acá
parado
a los pies de este ataúd
como vivo que ríe

Apoyo mis manos en el borde
toco el barniz de la madera
la madera no se siente
toco lo frío del bronce
la suavidad de la seda
blanca y brillante
delgada línea
que separa dos mundos
dos espacios

un universo dividido.

Me decido a mirar
y veo
medio par de medias
calzadas las dos mitades de adelante
en la mitad de cada pie
desnudo hasta el tobillo.

El cuerpo
reposa
envuelto
hasta los hombros
en una mortaja
capullo negro de mariposa.

Doy la vuelta
busco la cabecera
mis pasos retumban
ecos de mármol
infinitamente blanco

Mi mano recorre el borde
me avisa
cuando llego
al otro lado

Ya no río




El tiempo se detiene




Mi corazón también




Ya no quiero ver

me obligo
me asomo
me asombro
No hay cabeza!
sólo un marco
Ovalado
enmarcando
un espejo
y en el centro
del espejo
mi cabeza
dada vuelta

Velorio
hoy me tocan
las dos

El tiempo recupera el tiempo perdido
mi corazón también
respiro hondo
entonces pienso
qué hago acá
parado
en la cabecera de este ataúd
como un vivo que ríe
como un muerto que vela
y sonrío
a la duda
a lo ridículo
a lo espantosamente ridículo de ser yo
el único que está
acá
para despedirse.



Nicolás Sergi