No paro de pensar en ella. Sigo reviviendo la primera vez que la vi, parece que fue ayer. Estaba sentada, rodeada de gente. Pero tenía algo que me llamó.
En cuanto levantó la vista vi sus ojos y quedé hipnotizado. Unos ojos tan café que me despertaron con una simple mirada. Unos ojos tan brillantes, estrellas lejanas, que quise alcanzar.
Se rió, no pude evitar enamorarme de su sonrisa. Más cautivadora que ninguna, era una demostración de felicidad inocente, de alegría por el simple hecho de estar viva. Me dirigió la palabra como si me conociera de toda la vida, y su voz me terminó de enloquecer.
Rápido pensé qué podía hacer, no había forma de sacarla de mi mente. No hay forma de sacarla de mí, de olvidarme de su voz, de dejar de imaginarla a mi lado.
Ella es la única que quiero. Es la única que puede volverme loco. Ella es única.
Juanpi Ortigosa, 2017.
Texto producido en los Talleres de Siempre de Viaje para Minuto Mujeraje.
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