miércoles, 4 de octubre de 2017

Un caos lúcido * Roberto Juarroz

Un caos lúcido, 
un caos de ventanas abiertas.

Una confusión de vértigos claros 
donde la incandescencia se construye 
con el movimiento total de la ruptura.

Viajar por las líneas 
que se quiebran a cada instante 
y rodar como un émbolo sin guía 
hacia los núcleos aleatorios 
de las cancelaciones primigenias.

Tocar las vértebras sin eje, 
los círculos sin centro, 
las particiones sin unidad, 
los choques sin contacto, 
las caídas sin escuadra, 
los pensamientos sin quien piense, 
los hombres sin más rostro que su dolor.

Y recoger allí la ley de lo casual, 
la norma de lo imposible: 
cada forma es un borde cortante del caos, 
un ángulo perplejo de sus ojos abiertos, 
los únicos abiertos.

Porque el caos es la tregua de la nada, 
la lucidez sin compromiso, 
la intersección aguda 
de un espacio sin interés por los objetos 
y de un tiempo pensante.



Roberto Juarroz.




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