Algo había comprendido. No puedo recordar qué. En qué lugar estaba. Con quién. Cómo era el clima. Tenía una idea que supe trascendente. Pero los caminos para volver a ella se cortaron.
Por el sentimiento que me queda en el cuerpo, era de esas respuestas que uno espera desde siempre. No hay caso. No aparecen ni las preguntas. Si pudiera identificar el momento. Tiene que haber sido uno por completo común, en un lugar y tiempo repetidos. De esos que uno cree que siempre van a estar a mano.
Ahora estoy al acecho de mis propias rutinas, actos monótonos, horas olvidables. Miro en todos los carteles, leo los epígrafes de los medios más amarillos, presto atención hasta a las propagandas.
A la espera de que, tal vez en medio de un pensamiento banal, emerja la intuición perdida.
Federico Castro Walker.
Desde los talleres de Siempre de Viaje para Minuto Inconsciente.
Collens Mullins |
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