Hoy me quedé solo
y me desorienta la ambigüedad del sentimiento,
estar acompañado me lastima
quedarme solo me preocupa.
Estoy solo
triste
preocupado
y, aun así
no sé si es tragedia o sale el sol.
Estoy de luto
algo murió
se fue
se perdió.
Con eso algo mío murió también.
Estoy enterrando mil muertos
todos conocidos
la mayoría familiares y amigos
y con cada cajón sepultado
se va de recuerdo un pedazo
del yo que fui.
Me enterré íntegro
dividido en mil cajones
ahora los compañeros de mi pasado
son cadáveres
y en mi presente
me persiguen espíritus
almas en pena.
No siento culpa
sólo soy un sepulturero
los cuerpos estaban listos
para ser enterrados.
De sepulturero me queda poco
nada queda mío por enterrar
estoy por completo
tres metros bajo tierra.
Voy a renunciar
tal vez jubilarme
dedicarme a otra cosa
a ignorar espíritus
o cazar fantasmas
ahora que quedé solo
triste
alegre
confundido
creyendo que no hay vida
más allá del cementerio,
que eso era todo
pero parece que no
que no hay que estar muerto para enterrar gente
aunque haya dejado de souvenir en cada féretro
un pedazo de mi ser
hasta deshacerme por completo.
Tengo la conciencia tranquila
de saber que hice lo mejor que pude
que los reproches de los no vivos no me corresponden
que voy a tener que aprender a vivir con eso
y saber que es eso o el cajón.
Nicolás Sergi, 2018.
Baskiat |
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