Hoy sangré
como muchas otras veces
sangré.
La sangre siempre es
roja
la sangre siempre es
sangre
la sangre no es el problema
el problema es que salga.
No me corté
no se me rasgó la piel
pero tal vez
algo se desgarró adentro.
Hoy sangré como muchas otras veces
creo saber por qué
pero algo en mí no quiere creer.
Si te dijera que los extraterrestres existen
¿me creerías?
Si te dijera que los unicornios existes
¿me creerías?
Si te dijera que Papá No-el existe
¿me creerías?
Y si dijera que me siento mal
que algo me está matando por dentro
algo que no es mío, ajeno.
Soy la soledad
la peor de las soledades
rodeado por personas que no saben
que somos de distintos planetas,
insisten en comunicarse
pero hay un problema de lenguaje
la comunicación es imposible
las caras demuestran
que estoy solo
que soy el extranjero
el que tiene que adaptarse
a reglas jamás escritas
jamás nombradas.
Me toca sostener las velas
ser el alma de la fiesta
hacer sentir a todos cómodos con ellos mismos.
Me toca el lenguaje corporal
el de sordomudo
no escucha
no dice
y hay que mantener la fiesta
que dice que todos podemos pertenecer
que este salón de lujo alquilado es nuestro
que es ahí donde debemos estar:
del otro lado de la escala
donde todo es de todos
donde no hay secretos
donde todo hay que exponerlo
entregarlo al ritual del sacrificio
para que, sea lo que sea:
idea, emoción, sensación;
se desmiembre
se intervenga
y se desforme hasta que nada quede.
Esa vela me tocó sostener:
la artificial
la personal de cada uno de los habitantes de esta galaxia
la vela de la llama eterna del ego.
Ese es mi lugar
mi tarea
soy el encargado de mantener las expectativas
de no enfrentar realidades.
Soy el responsable de tener que hablar en otro idioma
para que no se den cuenta
que estoy acá por error
porque me extravié.
Me toca decir lo que hay que decir
lo que se quiere escuchar
para que no se rompa la esfera
se caiga el empapelado
se vea la hilacha.
Hoy sangré
porque no aguanto más
mi cuerpo dijo basta.
Perdón, cuerpo
por no escucharte antes
por hacerte sentir mal
al final
sangramos los dos.
Nunca imaginé pensarte así
pero esto es
Creer o Reventar.
Nicolás Sergi, 2018.
Robert Mapplethorpe |
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