jueves, 8 de noviembre de 2018

no voy a dejar que me lo saques * Anibal Ilguisonis



no voy a dejar que me lo saques
porque ya pasó
pasó una vez
otra vez
otra y otra y otra y
volvés a decir lo mismo
que ya dijeron 
otra vez lo mismo
con palabritas cambiadas
mentiritas piadosas
diciendo solo “la verdad”
yo creo
y vos, cambiá decías
tan chatito
tan armadito
al principio cero roce
tan garca tan alejado
pero después aprendiste
decir lo mismo con otras palabras
aprendiste
a repetir con otras palabras
y una llamita prendió sobre la tierra seca
un fuego ocre con destellos rojos que dividió y aplanó
luego llovió
barro pulido bajo el sol
espejito amarillo
lisito pulido
sin imperfecciones
amarillo pantalla
botellita de lavandina
reinventar el amarillo
cambiá, decías
cambiemos
entonces globitos 
látex amarillo
pampa amarillo
entonces
nonono
sisisi
nonono
sisisisi
contaron 
un sí más que no
y todo cambió
lo bueno lo malo
todo
lo mismo de siempre
a tirarlo todo
a tirarlo todo a los tachos amarillos
viva el amarillo
lisito
pantallita
semáforos amarillo
corbatas amarillo
trajes vestiditos
amarillo
diarioteleradio amarillo
redestroles amarillo
negocios amarillo
todotodotodo
amarillo

hasta que los órganos
la piel 
los huesos
el cuerpotodo
se amarilló


yo recordaba a vincent
su cara su cuarto los girasoles 
la pincelada salvaje
las variaciones las gamas
yo creo en ese recuerdo vital
no voy a dejar que me lo saques
amarillo
porque a veces se trata de eso
todo está tan lavado
arrasado
desazonado
desazón
enfermo
que te perdés
te amarillás
crees que sos ese todo
tan arrasado
desazonado
desazón
y sí pero no
no siempre
un poquito sí pero no siempre
tan distinto que decir 
amarillo sin salida
la pálida culpa
la eterna repetición

no voy a dejar que me lo saquen
no vas a dejar que te lo saquen
no
eso
no
un no chiquito
diminuto
tan potente
eso
no
amariNO
eso
eso
creo
girasoles
creo
un cuarto un mundo
creo 
creo 
un amarillo
creo
mi AMAR-I-LLO


No voy a dejar que me lo saques. 
Un recuerdo es todo: 
vos cantabas a mi lado, rozándome, agarrándome, simulando que gritabas en mi oído 
cara cantante pop 
los ojos cerrados 
arrugándolos de apretados 
reíamos 
vos cantabas leader singer 
y yo me unía 
yo que nunca canto porque-no-sé-me-da-vergüenza 
con vos cantaba y me dejaba 
llevar 
y fuimos hasta un lugar color naranja 
y nos perdíamos en los ojos en las manos 
nunca había tocado 
algo así 
sin cuerpo 
entero 
como si fuera ciega 
de tanto mirar 
de tanto sentir 
y ahora querés sacármelo 
sobreimprimirte negro y duro 
voz glacial, profesional 
olor a nada o a contrato 
corrompido 
faústico 
cuando era –siempre antes era– siempre antes es la ilusión– 
ser libres 
sacarse lo que cubre 
ser ideas 
quedar carne expuesta 
bebé 
gozar 
y que el mundo se apagara 
y que todo se fuera 
al diablo 
nosotros hundidos en la música naranja 
en las letras acolchonadas 
en las manos elegidas. 

Eso. 

Ese antes. 

No voy a dejar que me lo saques. 
Lo tengo tatuado en un poro secreto 
revive en mi sudor 
apenas agua mágica 
con mi aspirar 
polvo 
se hace 
nota 
real. 

Lo lamento 
por vos. 

Ahora te veo lejano, irremediable. 
Tu contorno te aprisiona, te ciñe apretado 
veo el borde negro y grueso 
y no salís 
no salís. 

¿Qué pasó? 

No sé ver lo que viste 
una gorgona parece 
¿soy yo? 

Pero no te preocupes. 
No te miro más. 
Quizás así se te caiga la costra 
esa capa de cuervo 
la costura bruta, impenetrable 
que el demonio te regaló 
ese cumpleaños adolescente cuando decidiste 
perderte definitivo 
arrastrarte en el piso a comer 
tocar en lo débil y ganar 
del lado que empantana y huele 
mal 
que me pese 
mal 
que me sienta 
mal 
cómo duele ay! 
mal 
cómo duele 
no poder cambiar lo que tenía futuro y se secó se cayó se rompió. 

Te veo y no puedo 
quiero y no puedo 
empezaste a comer 
mi mano 
(¡mi mano! tendida está carcomida, no tengo uñas y se descascara la piel) 
ay 
que bailábamos 
que cantábamos 
juntos 
tumanomimano 
y reíamos tanto 
sin acabar 
nunca 
atrapados los ojos tapiados 
tapados los muertos 
tapiados 
mientras, un poco más 
allá 
tercero 
el diablo se ríe 
(viendo falso “nuestro” 
reír) 
cómo se ríe 
de los degollados 
de los confundidos 
de los desalmados.


Ocre
Cero creo roce core







Anibal Ilguisonis, 2018.
A partir de versos de Ocre de Karina Macció.




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