jueves, 19 de septiembre de 2019

Leopoldo - Matías Montero

Leopoldo resulta redondo
todo su ser es curvo, amplio
sus ojos pequeños un poco juntos 
parecen achicarse sobre sus mejillas
rosadas tirantes de grasa

Leopoldo existe sucio
no concibe otra forma de ser
es su misión, su feliz encarnación
regodearse en el barro de su cotidianidad
inmundo arriba, abajo o de costado 

Leopoldo es húmedo
puede imaginarse en sus pliegues 
una piel viscosa resbalosa
sus olores y su falta de higiene
amplificados por el encierro
de rincones color rosa

Leopoldo es sonoro
incluso cuando se queda callado
su sola respiración puede llenar
tooooooda la habitación
y cuando se dispone a hablar 
nadie quiere escuchar su voz 
demasiado finita para ser real

Leopoldo es absurdo
cuando se sienta a comer
no existe saborear ni masticar 
tampoco hay un cómo ni un cuánto
solo es un desesperado intento
de arrojar adentro suyo el universo 

Leopoldo desafía la física
en cuanto se dispone a caminar
y cada paso es un milagro
cuando unos pequeños pies
sostienen a ese mundo exagerado

Leopoldo debería mejorar
aunque exigirle más a este organismo
es atentar contra su esencia
él no desiste, quiere atreverse 
y cada vez que se dice a sí mismo
“Leopoldo, despabilate hoy”
su voz finita solo puede exhalar “oink




Matías Montero, 2019.

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