No es tocarlo, es tocarlas
esponjosas,
suavecitas, planicies redondeadas
tan cerca no
podés ver
su elevación
gemelas
dialogan en un movimiento redondo
brincan, que
es su manera
de sonreír
nunca sería
tocarlo si es dos partes y son tan ellas
tan montañas
y laderas
tan nubosas y
juntas que se rozan, se acarician, lo pasan exquisito
deslizarse en
su medio es aventura intrépida
el corazón de
las tinieblas no es tal
es más
oscuro, más salvaje y a la vez
más pulpa de
nube
más emoción
de vuelo o caída
porque al fin
y al cabo
la inmersión
en las sombras del cuerpo
siempre es un
acto de arrojo
que halla
tesoro
en el enjambre
del temblar.
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