Arriesgarse
a
la caída del
cuerpo
arriesgarse
al hundimiento
profundo
irse del respiro
arriesgar
la mano
suelta
en el viento perdida
miradas
superpuestas
arriesgar
una lágrima
al
vacío
esperando
nunca más olerla
arriesgar
que
no quede nada por arriesgar
arriesgar
el riesgo de lo propio
entregado
servido en
bandeja
de
plata el corazón en llamas
entre
cuchillos
arriesgado
el
corazón emplatado
dispuesto
cocido
en su jugo
arriesgar
el
mordisco al aire
arriesgar
sentir
arriesgar
sentir de más
todo
hasta
lo
apagado
sentir
arriesgar
no querer sentir
querer
vivir
del recuerdo
arriesgar
lo cuerdo en la cuerda del riesgo
arriesgar
soltar
la
cuerda de la mano y dejar
que
el otro nos conduzca
(
e l c u e r p o s u e l to e n e l a i r e o l v i d a
d o e l p e s o
l
a m i r a d a p e r d i d a l a v u e l t a e n t e r a e
n l a c a b e z a
a
p a g a d o e l p e n s a r l a b i o e n t r e g a d o a
l a b i o
l
e n g u a e n r e d a u n s a b o r e n l a b o c a s a
n g r e
d
i s p a r a d e s p l o m a )
arriesgarme
nada
más que un instante.
Lorena Di Scala, 2020.
Folberg |
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