Chervinsky |
Y así como un rompecabezas
descubrimos que las piezas
no siempre encastran.
Que las historias
cambian el lugar de cada fragmento
que los dolores corroen los bordes.
Entonces ya no podemos volver a armarnos.
Entonces de a poco,
vas quedando desarmada,
con espacios vacíos
con historias por la mitad.
Bordes dolorosos
desgastados, imposibles de sanar
islas que no se pueden habitar.
De a poco las piezas oscurecen
ya ni vos, ni nadie
Intenta armarla.
Y es ahí cuando caen en el olvido
de algún armario polvoriento
de alguna casa desolada.
Anabella Solchaga, 2020.
En respuesta a la consigna de #ventanaalaescritura.
Vos también podés enviarnos tu texto.
#compartamosleeryescribir
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