Prue |
A la orilla del río
un niño solo
con su perro.
A la orilla del río
dos soledades
tímidas
que se abrazan.
¿Qué mar oscuro,
qué mar oscuro,
los rodea,
cuando el agua es de cielo
que llega danzando
hasta las gramillas?
A la orilla del río
dos vidas solas
que se abrazan.
Solos, solos, quedaron
cerca del rancho.
La madre fue por algo.
El mundo era una crecida
nocturna.
¿Por qué el hambre y las piedras
y las palabras duras?
Y había enredaderas
que se miraban,
y sombras de sauces,
que se iban,
y ramas que quedaban…
Solos de pronto, solos,
ante la extraña noche
que subía y los rodeaba:
del vago, del profundo
terror igual,
surgió el desesperado
anhelo de un calor
que los flotara.
A la orilla del río
dos soledades puras
confundidas
sobre una isla efímera
de amor desesperado.
El animal temblaba.
¿De qué alegría
temblaba?
El niño casi lloraba.
¿De qué alegría
casi lloraba?
A la orilla del río
un niño solo
con su perro.
Juan L. Ortiz
De El aire conmovido, 1949.
Propuestas de escritura para hoy:
-La consigna: jugar con estas variaciones e interrogantes:
-A la orilla del mar
-¿De qué alegría temblaba? (alegría, tristeza, amor, o lo que quieras)
-sobre una isla efímera/de amor desesperado, ¿qué pasa?
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El libro recomendado de hoy es Antología personal de Edgar Bayley.
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