Algunos ecos
no se apagan nunca.
Aún retumban melodías,
que hicieron cuna
en mis pozos y
en mis fuentes
más antiguas.
Son vibraciones que dejan en mi, las cosas;
Son lazos y circunstancias que me atraviesan y me renombran.
Son llamaradas de un fuego inalterable, que herraron tatuajes en mis células.
Son ríos y canales
que desembocan
en mis venas,
acarreando voces y vivencias
que han derrumbado
las paredes de mis juicios y
creencias,
y han dejado todo mi ser temblando, conmovido.
Por eso, el eco no se apaga;
replica todo lo que anida
en mis cuencos: recorridos, pisadas, latidos,
pulsos, sonidos y ritmos;
todo lo que sigue en movimiento;
moviéndome.
Son aquellos gestos,
texturas, olores, pinceladas, colores, y experiencias cargadas de significado,
que han ido
tejiendo mi identidad,
y que hoy,
se han vuelto lagos
donde poder mirarme,
y transformarme.
Elena Agnese, 2020.
@arteterapialavertiente
En respuesta a la consigna de #ventanaalaescritura
Vos también podés enviarnos tu texto.
#compartamosleeryescribir
No hay comentarios:
Publicar un comentario