Maullidos de indefensa
Con maullidos de indefensa,
timbre agudo que acaricia mi alma cada vez que la escucho
Se acomoda de costado, panza arriba
Pequeñita, traviesa, arisca e intrépida, adora escalar la medianera
Yo no la dejo, pero a veces se escapa
Tiemblo de miedo, por si no regresa
Le gusta socializar, investigar, su curiosidad y mi descuido
en una tarde de otoño,
la dejó dos semanas lejos de casa
No tan lejos, si se quiere.
Yo llegaba de mi diario trabajo
Ví asomada su pequeñita cara
debajo de la barandilla de entrada de la vecina, solo a la vuelta de casa.
La rescaté muy contenta; deambuló
de casa en casa, nadie la quería,
obviamente, yo ya la había elegido
hace 2 años y medio en Moreno
Porque la busqué por las redes
hasta que dí con "Melina "
es atigrada, la dejaron abandonada
en la puerta de su casa de tránsito
Eso la hace muy especial
Ahora está conmigo, tiene un collar
con nombre y teléfono, por si se pierde; se escucha como maulla
"Alimentame!", "¡Estoy enojada!" ó "¡dejame sola!".
Ah, me olvidaba, tiene una hermanita
color negro y blanco, muy mimosa,
pero no tan despreciada como "Meli",
se criaron juntas, son inseparables!
Catalina López Silva, 2020.
En respuesta a la consigna de #ventanaalaescritura
Vos también podés enviarnos tu texto.
#compartamosleeryescribir
No hay comentarios:
Publicar un comentario