Que el verso nazca y sea llave
Que abra la única puerta
la del ojo?
El alma del oyente, errabunda
tiembla
si no lo hiciera, moriría
sin haber inventado ni un solo
nombre.
El músculo cuelga
y recuerda
como aquellos animales que han luchado por su vida.
El vigor verdadero
reside
-si lográramos vencer el terror-
en el poema
de pequeños dioses
que imaginan
la materialidad del mundo.
Roberto Silva, 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario