Las hortensias junto al ventanal se doblan en una amenaza. El lapislázuli de su piel de Japón absorbe ácido del suelo. Pétalos-triángulo unidos en un vértice donde el rocío encapsula insectos. Perlas vivas al sol. Mi abuela teje las hortensias con esquejes y ellas escupen soledad. Hoy sus esqueletos se exponen al sol en nuestra casa abandonada, como un cementerio vertical en el patio gris.
Carla Capozucca, 2021.
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