Naufragio
el mar es infinito
no se puede presumir de conocerlo
solo él y quien lo ha creado
saben sus secretos
pero el mar no obedece ningún mandato
y aunque no lo quiera a uno
cada tanto devela en sus eternos abismos
donde las aguas se unen con las aguas
a los náufragos de los mares de la muerte
ellos salen de su escondite
abren las bocas
misteriosas esponjas adheridas
a las cuevas de paredes verticales
agitan sus orladas aletas en blanco
mientras yo
agarrada a las tablas sueltas de una embarcación
siento las olas que rompen en el fondo arenoso
una y otra vez
danza continua nacimiento y muerte
aferrada con desespero a las maderas
comprendo que soy
una navegante
unida a cardúmenes multicolores en nado
entre los corales duros
mutable arquitectura el arrecife
de repente
deidades pacíficas y fugaces
agitan su cuerpo robusto
mandíbula con dientes pequeños
caminos dispuestos en hilera
alardean la belleza de una piel rugosa
marmolada en vinosos grises
torpe y desmañada búsqueda de la felicidad
en acecho continuo de sus presas
mero de roca maestro dharma
al principio de la vida, hembra
de adulto, macho
son los cambios pienso
nuestros lazos vivientes con la muerte
tus labios carnosos hacia mí
negar la muerte es no aceptar la vida
cazar y ser cazado es el cambio
golpeo rápido el agua hacia adelante
tu curiosidad y la mía
nos enfrentan
es cierto que moriremos
aunque no sabemos cuándo cómo
quizás la razón de que temamos a la muerte
vacío luminoso
ni centro ni circunferencia
sea que como peces náufragos del Atlántico
solitarios
ignoramos quiénes somos
Gaia Orbe, 2021.
@nosotrosgaia
#ventanaalaescritura
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