sábado, 7 de agosto de 2021

Juanpi en Ventana a la escritura

 


Recién son las tres de la tarde. En un par de horas me juntaba a merendar con Cande y después íbamos a ir a cenar con los pibes. Es muy temprano para que pase esto, ¿no podía el destino esperar hasta mañana cuando este medio resacoso comprando manteca para mis fideos? 

Raro que justo ahora empiece a creer. “Nosotros creamos nuestro futuro”, eso de que algo mágico sabe qué decisiones vamos a tomar es absurdo. Pero si esto no es obra del destino, ¿a quién voy a culpar? No puede ser que vaya a perderme una tarde con amigos… Bah, un poco más que una tarde, y todo por un pelotudo al que no se le ocurrió mirar el semáforo.

Tampoco tengo mucho que debatir, en un fragmento de segundo voy a enterarme de cómo son las cosas de verdad, al menos tiene eso de positivo. Yo nunca me concentré en el lado positivo de las cosas, el final nos cambia. Qué loco.

Podría saltar. Aunque no creo que me dé tiempo de dejar caer los dos kilos de asado, mover las piernas e impulsar mi cuerpo. Es mucho trabajo para nada. El auto ya está casi arriba mío. 

Tampoco es tan grave, no puedo quejarme de cómo viví. Me voy feliz.


Juanpi Ortigosa, 2021.

A partir de la lectura de Cristina Peri Rossi.





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