domingo, 24 de octubre de 2021

Ricardo en Ventana a la escritura

 

Ellos y yo


A ellos los reconozco enseguida, porque son no yo.

En la escuela ellos salían al recreo gritando con la pelota en la mano, yo salía al patio con temor a que me invitaran. 

Ellos volvían transpirados de correr, yo me había quedado quietito en una zona del patio donde no me vieran.

Ellos se burlaban de mi torpeza, yo me refugiaba en mis fantasías heroicas. Ellos no me elegían en el pan y queso, yo tampoco los hubiera elegido a ellos porque eran malos y yo los iba a dominar en la siguiente escena de la novela de Julio Verne. Pero nunca llegó.

Ellos entraban los lunes a clase hablando del partido del domingo, yo que no había mirado fútbol aprendí a poner cara de interesado. Yo sabía que a ellos les interesaba más hablar que escuchar, y yo me aprovechaba de esa debilidad. 

Ellos me preguntaban si estaba avivado, yo me callaba y secretamente esperaba que el Corsario Negro o Sandokán me rescataran del aprieto. 

Ellos hablaban de levantes, yo del amor. 

Cuando crecimos ellos se ufanaban de los asados del domingo, yo de quedarme en casa leyendo algún libro. Pero, claro, no se los decía.

Ellos van contentos al obelisco por Maradona Messi y la Copa América, yo los veo en los noticieros cuando están ahí saltando. Alguna vez me pareció que fueron los mismos que salieron a vitorear al gobierno que invadió a Las Malvinas, yo recordaba con bronca que días antes en esa plaza habían reprimido con bala y fuego a una manifestación pidiendo democracia. 

Cuando tuvieron hijos los vistieron con una camiseta de su club de fútbol, yo los llené de cuentos y de libros. Lograron hijos futboleros, a los míos apenas pude hacerlos lectores. 

Yo quise llevarlos a mi terreno, ellos me marcaron la cancha.

Yo siempre me sentí nacido en el país equivocado, ellos eran sus dueños.

Hablan de negocios, y yo trato de subirme al juego. Saben de la economía argentina y mundial, dan recomendaciones, mientras espero que por fin cambien de tema.

Ellos cantan el himno con el pecho inflado, yo me pregunto sobre mis verdaderos arraigos.

Ellos tienen certezas a montones, yo un sinfín de dudas.

Ellos me catalogan, yo hago lo mismo (pero me creo mejor).

Siempre fueron mi deber ser, yo me entretuve en mi sinsentido originario.

Ellos son míos, yo me resisto a ser de ellos. 

Yo me tiento con ser ellos. A ellos no les mueve nada mi yo.

Yo me creo su víctima, pero ellos se sienten vapuleados por mis silencios.

Sin ellos, no estoy seguro si sabría quién soy yo.

Se abrieron a mí, yo me oculté y me especialicé en descifrarlos.

Como estoy seguro de que ellos no leerán esto, puedo seguir creyendo que yo soy mejor que ellos.

¿Se enojarían por esto que digo?

Seguramente se reirían mucho preguntando por qué dejé pasar tanto tiempo sin pedirles que me aceptaran. 

Ellos me definen, yo me indefino.




Ricardo Czikk, 2021.

#ventanaalaescritura



Aydoğdu




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