A la noche me hablás dormido y me decís secretos. También me das piquitos en la boca sin darte cuenta. Nos tocamos el cuerpo y las palabras así. Despiertos y dormidos. Un enredo de tiempos y espacios que se superponen. Una inspiración adentro del sueño. Un fuego que crece. Una isla en el medio del mar.
Magalí Levin, del poemario La isla.
#ventanaalaescritura
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