domingo, 9 de enero de 2022

Órbitas * Carolina Ojcius



Todo el sistema solar había sido infectado por cefalópodos gigantes, una mortífera especie alienígena.

En cuestión de días la población fue exterminada y los recursos consumidos.

Sólo un grupo de quince personas en una nave llamada Alpha logró sobrevivir debido a que no se encontraban en la tierra.

Buscaron por varios meses un lugar apto para colonizar, pero ninguno cumplía con los requerimientos mínimos.

Sus reservas se agotaron y como última esperanza enviaron a una pequeña nave de reconocimiento llamada Epsilon para investigar un exoplaneta.


-¡Capitán! Perdimos conexión con la nave de reconocimiento -Indicó el teniente David Swinton mientras observaba el radar.

-¡Envíen la señal infrarroja! -Alzó la voz el capitán Mattew Stamper.

-¡Enviada!

-¿Cuántos tripulantes son?

-Cinco.

-La señal luminosa indica que están a tres segundos luz de distancia.

-Señor logramos acceder a la caja negra de la Epsilon, tiene una bitácora grabada del general Henry Racoon -Informó el cabo Robert Wazowski mientras arrastraba el registro audiovisual al dispositivo de reproducción en tres dimensiones.

-Reproduzcan los registros ahora.


Semana 1.

El planeta de reconocimiento tiene características atmosféricas similares a la Tierra, creemos que es posible realizar una exploración in situ.


Semana 2.

Decidimos recolectar varias muestras de flora para poder analizar su composición química, por el momento no hemos tenido contacto con fauna.


Semana 3.

Hemos recibido un registro de movimiento térmico en el norte del planeta, no sabemos qué tipo de vida encontraremos, pero es mejor averiguarlo.


-Señor, esa fue la última grabación.


-Preparen la nave Alpha para velocidad estelar a las coordenadas de Epsilon.

En ese momento, una voz sintética se escuchó en toda la nave.

*Capitán Stamper, no es recomendable activar la velocidad estelar a largas distancias, no se pueden pronosticar posibles obstáculos y requiere desactivar el escudo* -Advirtió Atenea, la asistente artificial de navegación.

-No tenemos opción ¡Activala ahora, es una orden!

*Activando velocidad estelar.*

Los tripulantes por seguridad fueron contenidos por Atenea en una gran red de protección antigravitacional.

Mientras la nave avanzaba a máxima velocidad, un enjambre de meteoroides los interceptó.

La nave recibió el impacto de cientos de rocas estelares en todas las direcciones.

-¡Atenea levanta los escudos!

*Falla integral del sistema, daños irreparables en toda la nave, aterrizaje de emergencia activado.*

El descenso de la nave fue turbulento, se arrastró por el suelo, chocó contra una enorme formación rocosa que le desgarró todo el costado izquierdo como un abrelatas. 

Debido a la falla del sistema, la red de protección se apagó. Los tripulantes fueron despedidos, rebotaron contra las paredes y el suelo. El cabo Ryan Watterson salvó la vida de un tripulante que iba a ser expulsado de la nave, pero fue herido gravemente en el abdomen por un pedazo de fierro suelto.


El planeta en donde se habían varado tenía tres lunas, la tierra y los ríos eran púrpura, mientras que las plantas eran turquesa. Todo resplandecía con un color fluorescente.

El suelo parecía ser de una consistencia gomosa, una gran cascada desembocaba en una laguna llena de extrañas plantas esféricas púrpuras.

Toda la tripulación de Alfa se equipó con trajes de protección y armas radiactivas antes de salir de la nave.

Tuvieron que escalar varios peñascos para alcanzar la locación de la nave Epsilon.

Cuando llegaron, no había nadie, sólo encontraron un pequeño dispositivo para respirar en una de las cápsulas. No había reservas de combustible, ni alimentos suficientes para alimentar a todo el grupo.

-¡Capitán mire el radar! Hay movimiento térmico en el norte como había indicado el general Racoon. -Dijo el teniente Swinton, mientras señalaba una pequeña pantalla holográfica de la nave.

-¡Partiremos de inmediato al norte!

El terreno se volvía cada vez más irregular a medida que avanzaban.

Todo el contingente tuvo que afrontar diferentes obstáculos:trepar montañas empinadas, tomar lianas para cruzar precipicios y lanzarse por varias cascadas púrpuras de diferentes altitudes.

Cuando llegaron a la posición donde el movimiento térmico era mayor, vieron una imponente pirámide metálica púrpura rodeada por un enorme precipicio.

El único camino para llegar era una especie de puente formado por peldaños metálicos, una caída a esa altura era mortal. Todos pasaron con dificultad, sólo quedaba una persona del otro lado, el cabo Wazowski. La herida de su abdomen había empeorado con el trayecto.

-Capitán, no puedo hacerlo. -Dijo mientras miraba el puente.

-Vamos Wazowski, son sólo un par de peldaños nada más.

El cabo dio tres pasos, pero luego vio el precipicio, se mareó, se resbaló y quedó colgado de un peldaño con las manos. Debido al mal movimiento la herida se le abrió.

-Capitán, ya no tengo fuerza. -Dijo mientras se le resbalaba una mano y quedaba colgado de la otra.

-¡Wazowski, resista! -El capitán intentó llegar a la posición del cabo pero era demasiado tarde.

-Capitán ha sido un honor. -Realizó el saludo especial y se soltó.

-¡NOOOO!


La pérdida del cabo Wazowski había afectado moralmente a todo el grupo, algunos querían regresar a la nave Epsilon y buscar otro planeta.

El capitán se subió a una roca y comenzó a hablar.

-Escuchen, no tenemos combustible suficiente para buscar otro planeta, ni provisiones para sobrevivir fuera de aquí. Buscaremos al equipo de reconocimiento y luego crearemos una fortaleza en el sur. Si nos mantenemos unidos lograremos tener al fin un hogar.

El discurso del capitán ayudó a tener esperanza y todas las personas aceptaron la misión.


-Capitán hay una señal de emergencia envíada por el general Racoon en una cámara de la pirámide.

-Enciendan las linternas intermitentes, activen las luces de sus zapatos de seguridad y preparen las armas, puede que lo que encontremos no sea agradable.

La gran cámara era oscura, sus paredes de cientos de metros de altura estaban cubiertas con circuitos integrados y tenían varios ductos a los costados.

Pronto divisaron una pulsera de neón a pocos metros.

-Capitán es la pulsera de la teniente de Epsilon, Diamond Abadeer.

-GRRRRRR -Un gruñido grave retumbó cerca de ellos.

Comenzaron a sonar gruñidos desde todas partes, desde los ductos se podía escuchar que algo se movía en su dirección. 

-¿¡Qué es eso!? -Preguntó uno de los integrantes aterrorizado mientras temblaba.

De pronto un tentáculo gigante, de color turquesa con ventosas púrpura, lo succionó del brazo y lo arrastró por un ducto hacia la oscuridad.

-¡AYUDAAAAA!

-¡Disparen!¡No dejen que los atrapen! -Gritó el capitán.

-¡Pum!¡Pum!

-¡AHHHHHHH!

Otro par de tentáculos los atacó. Parecía que la radiación de las armas no les afectaba.

-¡Corran al interior de la cámara ahora! -Gritó el capitán. 

Apenas un puñado de personas consiguieron seguirlo.

Cuanto más tiempo pasaba, los gruñidos parecían duplicarse.

Los sobrevivientes se escondieron en la oscuridad y permanecieron en silencio. Escucharon como los gritos y llantos de sus compañeros se acrecentaban para luego apagarse uno a uno.

-Reporte de bajas.

-Cinco personas.

-¡Demonios!

-El capitán activó una luz de neón y descubrieron al general Henry Racoon en el suelo, muerto, su cuerpo estaba cubierto con ácido.

Los gruñidos los alcanzaron, los tentáculos tomaron de las extremidades a tres personas más, sólo quedaron el capitán y el teniente.

-Capitán, ha sido un honor luchar a su lado.

-Lo mismo digo, teniente.

Ambos levantaron la mano y realizaron el saludo espacial.

Dos pares de tentáculos los succionaron con las ventosas desde los tobillos, se sostuvieron de las paredes tanto como pudieron, pero la fuerza de estos era superior, les infligieron tanto dolor que se soltaron y fueron arrastrarlos hacia los ductos.

-¡Matías, te estoy llamando hace diez minutos! Ya nos tenemos que ir a casa. - Dijo su mamá enojada mientras le soltaba el pie después de sacarlo por el tobogán.

Ella llevaba un gran sombrero de cotillón: fluorescente, con luces que cambiaban de color.

-Daniel, no te traigo a ningún cumpleaños más si te portas así.

-¿Disculpen no vieron a Hernán? -Preguntó una mujer. 

-Hay un nene durmiendo en el pelotero -Le respondió la mamá de Matías.

-Mariana ¿Dónde dejaste tu puff para el asma?

-¿Alguien se quedó sin lucecitas del cotillón? -La mamá del niño que cumplía años estaba repartiendo pulseras de neón y luces intermitentes led.

-Yo quiero una pulsera -Dijo una niña llamada Diana.

-¡Hernán te manchaste la remera nueva con el helado!.

-Ramiro ¿Cómo te raspaste la panza?


Mientras, la mamá de Matías lo llevaba de la mano fuera del salón de fiesta.

El capitán Mattew Stamper fue elevado por los tentáculos hasta el cielo y pudo ver todo el panorama con claridad.

Cientos de cefalópodos gigantes habían invadido todo el planeta.

Por primera vez, pudo ver el rostro de uno de estos seres, su gran cabeza fluorescente latía, sus enormes ojos negros lo observaron fijamente por un momento, antes de lanzarlo al interior de su boca repleta de cientos de dientes puntiagudos.


Fin.

Carolina Ojcius, 2021.


Foto: Tanaka Tatsuya

#TanakaTatsuya




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