Enseñame a bailar
Enséñame a bailar, a mover mis manos entre el algodón de las nubes, a estirar mis piernas atrapadas por tus piernas, a conducir una moto por la arena, a pedalear en una bicicleta bajo alamedas de imaginación, a quedarme quieta como estatua de bronce, a quedarme inmóvil fumando Delicados en ntra. esquina.
Los reflectores azules del salón van a mostrar mi rostro, goteado de rimmel y arañazos, ustedes van a ver una constelación de lágrimas en mis mejillas, voy a salir corriendo.
Enséñame a pegar mi cuerpo a tus heridas, enséñame a sostener tu corazón un ratito en mi mano, a abrir mis piernas como se abren las flores para el viento para sí mismas, para el rocío de la tarde. Enséñame a bailar, esta noche quiero seguirte el compás, abrirte las puertas de la azotea, llorar en tu soledad mientras desde tan arriba miramos automóviles, camiones, autopistas llenas de policías y máquinas ardiendo.
Enséñame a abrir las piernas y métemelo, contén mi histeria dentro de tus ojos. Acaricia mis cabellos y mi miedo con tus labios que tanta maldición han pronunciado, tanta sombra sostenido. Enséñame a dormir, esto es el fin.
Roberto Bolaño.
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