Casamiento
Hay mujeres que dicen:
Mi marido, si quiere pescar, que pesque,
pero que limpie el pescado.
Yo no. A cualquier hora de la noche me levanto,
ayudo a descamar, abrir, cortar y salar.
Es tan bueno, nosotros solos en la cocina,
de vez en cuando los codos se tropiezan
él cuenta cosas como “éste fue difícil”,
“plateó en el aire dando coletazos”
y hace el gesto con la mano.
El silencio de cuando nos vimos por primera vez
atraviesa la cocina como un río profundo.
Por fin, el pescado en la bandeja,
vamos a dormir. Cosas plateadas estallan:
somos novio y novia.
Adélia Prado
Propuesta de escritura para hoy:
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