Vidas
I
¡Oh las enormes avenidas del país santo, las terrazas del templo! ¿Qué ha sido del brahmán que me explicó los proverbios? ¡Desde entonces, desde allá, veo (incluso hasta) las viejas! Me acuerdo de las horas de plata y de sol hacia los ríos, la mano del campo sobre mi hombro, y de nuestras caricias de pie en las llanuras pimentadas. Un vuelo de palomas escarlata truena en torno a mi pensamiento. (Un vuelo de palomos escarlatas truena en torno a mi pensamiento).- Exiliado, aquí, yo tuve una escena donde actuar las obras maestras de todas las literaturas. Yo les indicaría las riquezas inauditas. Observo la historia de los tesoros que ustedes encontraron ¡Veo la serie! Mi sabiduría es desdeñada tanto como el caos. ¿Qué es mi nada al lado del estupor que los espera?
Soy un inventor bien diferente, más meritorio que todos los que me precedieron; un músico, incluso, que ha encontrado algo así como la clave del amor. Ahora, gentilhombre de un campo agrio con el cielo sobrio, trato de emocionarme con el recuerdo de la infancia mendicante, del aprendizaje o de la llegada en zuecos, de las polémicas, de las cinco o seis viudeces, y algunas fiestas en las que mi cabeza dura, me impidió llegar al tono de los camaradas. No lamento mi vieja parte de alegría divina: el aire sobrio de este campo agrio alimenta muy activamente mi atroz escepticismo. Pero como este escepticismo no puede desde ahora ser puesto en práctica, y como, por otra parte, estoy consagrado a un desorden nuevo, - yo espero convertirme en un loco muy malo.
III
En un granero donde fui encerrado a los doce años conocí el mundo, ilustré la comedia humana. En una bodega aprendí la historia. En alguna fiesta de noche en una ciudad del Norte, encontré a todas las mujeres de los pintores antiguos. En un viejo pasaje de París me enseñaron las ciencias clásicas. En una magnífica morada cercada por el Oriente entero llevé a cabo mi inmensa obra y pasé mi ilustre retiro. Fermenté mi sangre. Mi deber me es remitido. Ya ni hay que pensar más en eso. Soy realmente de ultratumba, y nada de encargos.
"Iluminaciones" de Arthur Rimbaud
Traducción
para seguir jugando de Delfina Muschietti, Juan Ignacio Trentalance y
Karina Macció
Este mes en el Club de Lectura: Arthur Rimbaud
Coordinación:
Cecilia Maugeri, Virginia Janza y Karina Macció.
Dirección
General: Karina Macció
Lugar:
Guarida Literaria de Siempre de Viaje
fbk:
siempredeviajeliteratura
@siempre_deviaje
Tel.:
4867-5964 // 11 50 56 36 95
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